EXPEDICIÓN DE HECETA Y BODEGA A ALASKA Y LA COSTA NOROCCIDENTAL DE AMÉRICA


La expedición marítima de Bruno de Heceta y Francisco de la Bodega a la costa noroccidental de América de 1775 tuvo como objetivo llegar hasta los 65 grados de latitud norte (Actual estado de Canadá), descubrir los asentamientos rusos y tomar posesión de las tierras descubiertas para la corona española. Una serie de accidentes geográfico a la largo de la costa fueron descubiertos por primera vez por una expedición marítima: el estrecho de Heceta, el cabo de Heceta, la isla de Nutka (Vancouver) o la rada de Bucareli.

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EXPEDICIÓN A ALASKA Y LA COSTA NOROCCIDENTAL DE AMÉRICA


La reivindicación de la soberanía española sobre Alaska y la costa noroeste del Pacífico se remonta a la bula papal Inter caetera de 1493 y los derechos contenidos en el Tratado de Tordesillas de 1494. Estos dos actos formales dieron a España los derechos exclusivos para colonizar todo el hemisferio occidental (excluyendo a Brasil), incluida toda la costa oeste de América del norte. La primera expedición europea que realmente alcanzó la costa oeste de América del norte fue dirigida por Vasco Núñez de Balboa, que llegó a la costa del Pacífico de Panamá en 1513. Balboa reclamó el océano Pacífico para la Corona española, así como las tierras que tocase, incluyendo todas las de la costa oeste de América del norte. Esta acción de Balboa consolidó aún más la demanda española de control exclusivo de toda la costa occidental de América del norte.

Confiado en sus pretensiones, el Imperio español no exploró ni realizó asentamientos en la costa noroeste de América en los siguientes 250 años después de la reclamación de Balboa. Sin embargo, a finales del siglo XVIII, el Imperio ruso tenía intención de establecer asentamientos a lo largo de la costa del Pacífico. Por otra parte, los británicos ya habían establecidos amplios territorios coloniales en el noreste de la costa atlántica. En España surgía una creciente preocupación acerca de sus reclamaciones en la costa noroeste del Pacífico y se dispuso a conocer el alcance de las invasiones de Rusia y Gran Bretaña.
Para afirmar la soberanía española, en respuesta a los rumores sobre la presencia de asentamientos rusos en la costa norteamericana del océano Pacífico (actualmente Estados Unidos y Canadá), el virrey de Nueva España, Antonio María Bucareli y Ursúa, ordenó una expedición para extender hacia el norte las posesiones españolas.

JUAN FRANCISCO DE LA BODEGA Y BRUNO DE HECETA

Una primera expedición española a la costa noroeste del Pacífico, liderada por Juan José Pérez Hernández en 1774, no llegó tan al norte con el barco Santiago como se había planeado, a pesar de haber recorrido diversos parajes costeros de Alaska y Canadá, y se decidió organizar una segunda expedición. Por esas fechas, un grupo de oficiales había llegado a la base naval de San Blas de Nayarit (México), recién titulados en las mejores academias navales de España, expresamente contratados con el fin de ayudar a completar esta importante expedición. El virrey puso al mando de esta expedición a Bruno de Heceta, siendo Juan Pérez Hernández el segundo al mando. También contó con la colaboración de Juan Francisco de la Bodega.

Bruno de Heceta y Dudagoitia era bilbaíno, nació en la capital vizcaína en 1744. Llegó a México a finales de 1774. Según el cartógrafo Vicente Tofiño, miembro de la Vascongada, tenía mucha experiencia en la determinación de la latitud y la longitud en la mar. Esta última determinación revestía particular dificultad con los medios disponibles en el siglo XVIII, motivo de frecuentes y graves errores, pues no se había generalizado todavía la utilización de los primeros cronómetros de longitud y se recurría a complejos métodos astronómicos como el del cálculo de las distancias lunares, ensayado por primera vez en la marina española por José Mazarredo y Juan de Lángara, en 1772, durante su viaje en la fragata Venus.

Juan Francisco de la Bodega y Quadra fue uno de los más brillantes navegantes y exploradores del siglo XVIII. Nació en Lima, aunque de origen vasco, ya que su padre fue un vizcaíno que se trasladó a Perú, donde desarrolló una fructífera actividad económica. Francisco de la Bodega estudió en la Escuela de Guardiamarinas de Cádiz en 1762. Estuvo navegando por el Mediterráneo y el Atlántico hasta 1768, año en el cual fue destinado a San Blas de Nayarit, puerto fundado en 1768 para impulsar la colonización de California y la exploración del Pacífico norte.

SELLO DEDICADO A FRANCISCO DE BODEGA Y QUADRA

La expedición tenía como objetivo llegar hasta los 65 grados de latitud norte, descubrir los asentamientos rusos y tomar posesión de las tierras descubiertas para la corona. Estaba formada por 160 hombres, en su mayoría por mexicanos, que navegaron en tres barcos: la fragata Santiago, con 90 hombres y capitaneado por el propio Bruno de Heceta; el paquebote San Carlos, capitaneado por Miguel Manrique, que llevaba suministros para la expedición; y la goleta Sonora, un barco de escolta y abastecimiento, oficialmente el Nuestra Señora de Guadalupe, inicialmente al mando de Juan Manuel de Ayala y luego comandada por Francisco de la Bodega y Quadra.

La goleta Sonora había sido expresamente acondicionada para afrontar fuertes olas y vientos implacables en zonas de bancos de arena y arrecifes, y serviría de complemento para llevar a cabo el reconocimiento y la cartografía de la costa, y podría tocar tierra en los lugares en que el Santiago, mucho mayor, había sido incapaz de hacerlo en su viaje anterior. De esta manera, la expedición podía reclamar oficialmente las tierras al norte del Virreinato de Nueva España que visitase.
La misión, planeada para una duración de un año, partió el 16 de marzo de 1775. A los tres días de partir el capitán del San Carlos, Miguel Manrique, supuestamente enloqueció. Heceta transfirió a Juan Pérez al mando y le ordenó regresar a San Blas para que recibiese atención y luego reincorporarse a la expedición. Francisco de la Bodega y Quadra se encargó del mando de la pequeña Sonora con Francisco Maurelle como piloto. Tras regresar a San Blas, el San Carlos repostó en Monterrey (California), no logró alcanzarlos y decidió explorar la zona de la bahía de San Francisco, hasta que a mediados de septiembre regresó a San Blas.

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FRANCISCO DE LA BODEGA Y QUADRA EN VANCOUVER

Los dos barcos, Santiago y Sonora, navegaron juntos hacia el norte, y el Sonora demostró ser peor barco de lo esperado en aguas abiertas, debiendo de ser incluso remolcado en ocasiones por el Santiago. A pesar de una travesía difícil y sinuosa, los barcos avistaron finalmente la costa de California, el 9 de junio de 1775. Anclaron en la bahía durante dos días, comerciaron con los indios, fundaron el puerto de Santísima Trinidad, y reclamaron formalmente lo que hoy es la bahía de Trinidad, California, antes de zarpar de nuevo.
Siguieron navegando y el 11 de julio, volvieron a avistar tierra, esta vez una tierra verde e irregular, la costa del actual estado de Washington. Anclaron en una bahía y el Sonora, más próximo a la costa fue abordado por nueve canoas de quinault; estos indios les recibieron amistosamente, invitándoles a bajar a tierra e intercambiar objetos.

El 12 de julio, un grupo selecto de hombres del Santiago, formado por el comandante Heceta, el padre Benito de la Sierra, Cristóbal Revilla, el cirujano Juan González y el almirante Juan Pérez, realizaron un desembarco para llevar a cabo el acto formal de la posesión de la tierra conquistada. Llegaron con éxito a la costa y se convirtieron en los primeros europeos que ponían sus pies en lo que hoy es el estado de Washington, tomando formalmente posesión de esa tierra. De ese modo podría ser oficialmente considerada como parte del Virreinato de Nueva España y, por tanto, parte del Imperio español. En una ceremonia, Heceta nombró el lugar de desembarco como Rada de Bucareli (Grenville Bay), en honor del virrey.
Aproximadamente una hora después de tomar posesión, la pequeña lancha regresó rápidamente a la seguridad de los grandes buques. El acto fue un acontecimiento histórico, pero que fue ensombrecido más tarde, ese mismo día.
Cuando regresaron en la pequeña lancha a los dos grandes barcos, la marea había bajado. El Santiago quedó atrapado en una zona de bajíos rocosos y debió de esperar a una nueva marea, a una distancia de una milla. Desde el Sonora, Bodega envió un grupo de desembarco de siete miembros para obtener agua dulce y leña cortada. Cuando la pequeña lancha llegó a tierra, unos 300 guerreros quinault surgieron de la selva y masacraron a los siete tripulantes. Bodega lo vio con horror a través de su catalejo, pero no pudo hacer nada. Varios nativos remaron luego en canoas y trataron de subir a bordo del pequeño Sonora. Bodega entonces ordenó defenderse mediante disparos matando a algunos de los quinault en las canoas, y con una trabajosa maniobra dada la pequeña tripulación restante, y reunirse con el Santiago, que no había advertido la refriega.
Ambos capitanes no tomaron represalias, ya que tenían órdenes de "no ofender a los indios y hacer uso de las armas sólo en defensa propia" y continuar la expedición. Nombraron el lugar como punta de los Mártires y prosiguieron rumbo hacia el norte.

GOLETAS SONORA Y SANTIAGO

Las neblinas y los gruesos mares separaron ambos barcos el 29 de julio de 1775. El Santiago siguió rumbo norte hasta lo que hoy es la frontera entre el estado de Washington y Canadá, que alcanzó el 11 de agosto. En su viaje de vuelta al sur, con sólo el Santiago y una tripulación reducida, Heceta descubrió una gran bahía que penetraba hacia el interior. Trató de navegar en ella, pero las fuertes corrientes lo impidieron, incluso desplegando completamente las velas. Su tripulación era tan reducida que no podían manejar el ancla para esperar mejores condiciones. Escribió que las corrientes turbulentas lo llevaron a creer que era la boca de un gran río o un pasaje hacia otro mar.
Más tarde, encontró el estrecho de Juan de Fuca, llamando a la entrada como bahía de la Asunción, y realizó un mapa de lo que podía distinguir aguas afuera de la barra del río, que más adelante resultará ser el río Columbia. Posteriormente, los mapas españoles a menudo mostraban el estuario del río Columbia, con el nombre de entrada de Hezeta, río de San Roque, y variantes similares.

Tras separase, Bodega y Quadra continuó al mando del Sonora por la costa en dirección norte hasta alcanzar el 15 de agosto las aguas del Sitka Sound cerca de la población actual de Sitka, Alaska. Allí los españoles realizaron numerosos "actos de soberanía", nombrando y reclamando el puerto de Bucareli (Bucareli Sound), puerto de los Remedios y el monte San Jacinto, renombrado como monte Edgecumbe por el explorador británico James Cook, tres años después. Siguieron hacia el norte, reconocieron la ensenada del Susto (Sitka Sound), la isla de San Carlos (Forrester Island) y el cabo de San Agustín (Langara Island). En última instancia llegaron hasta una posición en la latitud 59° norte, casi la estipulada en sus órdenes.

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ENCUENTRO ENTRE BODEGA Y VANCOUVER

Ante la enfermedad del escorbuto que padecían la tripulación y su comandante, por la carencia de alimentos, el 8 de septiembre decidieron reemprender rumbo al sur. Con sólo dos marineros sanos a bordo, el Sonora ancló finalmente en la bahía de Monterey (California) el 7 de octubre 1775, cinco semanas después de que lo hubiese hecho Heceta con el Santiago. Bodega y Quadra y una inexperimentada tripulación nativa de México, lograron sobrevivir a numerosas peligros en su pequeño barco.

Bodega y Mourelle tuvieron que ser llevados a tierra para recuperase. Durante las siguientes semanas los dos comandantes y la tripulación del Sonora se recobraron la salud gracias a los misioneros y a sus compañeros del Santiago. El 1 de noviembre, los dos barcos partieron nuevamente y juntos se dirigieron al sur a San Blas, para informar de sus aventuras y logros al virrey y a Carlos III, rey de España.
Este viaje, aunque costoso en cuanto a vidas de tripulantes, fue históricamente muy importante. Se realizaron tablas y mapas precisos que más tarde sirvieron como prueba de la pretensión de España en el territorio costero de lo que ahora es Monterrey (California), hasta el golfo de Alaska. Disiparon los interrogantes sobre la presencia de comerciantes y asentamientos rusos y tomaron posesión formal de esas tierras de acuerdo al derecho internacional.
Posteriormente Heceta regresó a Europa, luchando en varias batallas navales contra Francia y el Reino Unido. Murió en 1807 con el grado de Teniente General. En su honor, en la costa del estado de Oregón se nombró el cabo de Heceta, donde se sitúa el faro de Heceta.

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CRUZ DE CARLOS III Y CABO HECETA

La segunda expedición a la costa del noroeste americano fue preparada con más cuidado. Esta vez estuvo dirigida por los tenientes Ignacio Arteaga y Francisco de la Bodega y Quadra, a bordo de las fragatas Princesa y Favorita. Con la excusa de su mayor antigüedad se le otorgó el mando a Arteaga aun a pesar de los notables méritos de Bodega, posiblemente por la predisposición en la Marina española a entregar el mando a oficiales peninsulares. Entre los oficiales figuraba el piloto Juan Bautista Aguirre. Su misión era explorar la costa noroeste y no interferir con los navegantes ingleses que asumían que habría en la zona.
La expedición partió el 11 de febrero de 1779, nuevamente de San Blas. Tras completar una gran vuelta en el Pacífico, los marinos se reunieron el 3 de mayo en el puerto de Bucareli, el cual exploraron detenidamente y levantaron varios planos. El 1 de julio, las fragatas se dirigieron hacia el noroeste y divisaron el monte San Elías y la isla Kayak (Alaska), que nombraron como isla de Nuestra Señora del Carmen. A continuación, los barcos recorrieron la costa oriental de la Hinchinbrook Island y descubrieron Port Etches, en donde permanecieron durante una semana.

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ISLA DE QUADRA Y VANCOUVER

Retomando la navegación, tomaron posesión de una bahía situada en el extremo sur de la península Kenai (Alaska), a 59 grados de latitud, que llamaron Nuestra Señora de Regla. Arteaga dio el nombre de Pamplona a un bajo y en la toponimia de la Carta reducida de la costa septentrional de California, trazada por Arteaga y Bodega en 1779, figuran nombres vascos como punta Ureta, punta Eguía, isla de Lángara, etc. En el Plano de la ensenada de Nuestra Señora de la Regla, una de las islas fue bautizada con el nombre de Arriaga.
En general, cartografiaron cada bahía y ensenada en busca del Paso del Noroeste llegando hasta los 59 grados de latitud norte. A causa del mal tiempo, regresaron a San Blas el 21 de noviembre. Este viaje completó el complejo proceso de reclamación del Pacífico noroeste para la Corona de España.
Una tercera expedición partió al año siguiente, en 1780, del puerto de San Blas al mando del capitán Francisco de Eliza a bordo de la fragata Concepción, para explorar la isla de Nutka (Vancouver). Eliza estuvo acompañado por el naturalista Mociño que estudió la flora y la fauna de ese territorio, y por el dibujante Atanasio Echeverría. Trataron con los nativos, fomentando algunos cultivos y realizando el levantamiento cartográfico de diversos puntos de la isla y costas adyacentes.

EXPEDICIONES ESPAÑOLAS EN LA COSTA NOROCCIDENTAL DE AMÉRICA

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