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PRINCIPIO DE SOBERANÍA POPULAR POR FRANCISCO SUÁREZ


Francisco Suárez ha sido reconocido como uno de los juristas que mayor aportación ha efectuado al Derecho internacional de gentes. Fue precursor de la necesidad de una Organización de la Naciones Unidas, continuador de la obra de Francisco de Vitoria y renovador de la Escolástica europea. Su pensamiento jurídico influenció a los grandes ilustrados del siglo XVIII. Ha pasado a la historia por su importante contribución a la filosofía de la ley.


PRINCIPIO DE SOBERANÍA POPULAR POR FRANCISCO SUÁREZ

Francisco Suárez fue un filósofo, teólogo y jurista, que ha pasado a la historia por su importante contribución a la filosofía de la ley. Hombre de una gran cultura y erudición griega, latina, árabe y hebrea, pudo asimilarla toda, ordenarla, simplificarla y eliminar de ella verbalismos ociosos. Por su inmensa cultura y puntualidad doctrinal, y también por su fervor religioso, Suárez fue llamado Doctor Eximius et Pius.

Es el jesuita de más relieve a nivel mundial en el campo del Derecho Natural e Internacional, además de sus aportaciones a la Filosofía y la Teología. Se situó en la cumbre del movimiento intelectual iniciado con el Concilio de Trento conocido como la Contrarreforma.

Nacido en Granada en 1548, demostró desde joven un prodigioso talento, y así a los catorce años ya estaba estudiando Derecho en la Universidad de Salamanca. Cinco años después ingresó en la Compañía de Jesús.

De 1566 a 1571, estudió Filosofía y Teología y, al terminar, enseñó estas disciplinas en varias ciudades: Segovia, Ávila, Valladolid y Roma. En el Colegio de Roma trabajó durante cinco años, donde participó en la elaboración del Ratio studiorum.

Fue catedrático de teología en la Universidad de Alcalá de Henares, en 1585, donde sus primeros libros le ocasionaron problemas con censores dominicos como Avendaño, Vázquez y Lessius. En 1593, llegó a la Universidad de Salamanca como profesor, centro docente destacado por su pionera Escuela de Economía moderna y Derecho Internacional de gentes.

Fue requerido por Felipe II para que asumiese la cátedra de Prima de Teología en la Universidad de Coimbra, en 1597. Ese mismo año se editó su obra maestra Disputationes metaphysicae (Disquisiciones metafísicas). Allí permaneció casi veinte años, realizando desplazamientos a Lisboa, Salamanca, Madrid o Roma y ocupándose de sus escritos. Tras instalarse en Lisboa, en 1615, cayó enfermo y muerto dos años después.

FRANCISCO SUÁREZ Y LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

Suárez fue el más moderno de los escolásticos y el más escolástico de los modernos de su tiempo. Culminó un ciclo de grandes teólogos y juristas que España dio al mundo en algo más de un siglo (Vitoria, Las Casas, Sepúlveda, Mariana, Soto, etc.). Heredero de toda la Escuela de Salamanca, supo llevarla a su punto de madurez más avanzado; después de él pronto se producirá la decadencia de esta tradición milenaria. Pero la proyección de Suárez fue intensa y duradera.

Revitalizó la ya decaída escolástica europea, que compendió en 1597 en su obra principal Disquisiciones metafísicas, expresando tanto sus ideas teológicas como sus posiciones jurídicas que fueron presentadas de forma inseparables respecto a su sistema filosófico. Innovó un nuevo método expositivo de la metafísica en el que prescindió de la exposición aristotélica estableciendo la contraposición entre el ser-finito y ser-infinito. Supuso el primer cuerpo de doctrina metafísica independiente, expuesto en 54 tratados, divididos en secciones y artículos, y en 75 manuscritos.

En contraposición a la mayoría de los humanistas, ponderó el valor de la escolástica tradicional, discutió sus ideas, separando cuidadosamente los elementos válidos de los caducos y, en definitiva, renovando toda la tradición especulativa anterior, sintetizando además la metafísica grecorromana como una disciplina autónoma e independiente. Aunque fue continuador de las ideas de Tomás de Aquino y de Duns Escoto, pudo superarles y criticar sus principales ideas.

Dentro de la escolástica, Suárez fundó una escuela conocida por su nombre, el Suarismo, que se considera seguidora del pensamiento de Tomás de Aquino, pero muy independiente del Tomismo.

El objetivo central de Disquisiciones metafísicas era la defensa de la concepción judeocristiana de la creatio ex nihilo y de la demostración de que en su calidad de animal racional, el hombre está en condiciones de conocer la existencia de un Ser increado, en este caso Dios.

La Filosofía Física o Natural ayuda al hombre a acercarse a este fin, pero para alcanzarlo es necesaria la Metafísica: "Sólo la Metafísica está en condiciones de probar que existe algún Ser increado". Suárez insistió que toda cosa creada lo ha sido por otro y que, por ello, "es imposible que algo sea el producto de sí mismo", pero como este proceso ha tenido que tener un origen, llegó a la conclusión de que ha de existir un Ser que no ha sido creado por otro, y éste no es otro que Dios: "Dado que Dios es el fin último, se desprende de ello que es también el principio de todo."

FRANCISCO SUÁREZ Y LA UNIVERSIDAD DE COIMBRA

Según Suárez, las propiedades trascendentales del ser son la unidad (individual, formal y universal), la verdad (esencia del objeto) y la bondad (perfección).

Admitió tres clases de universo: físico, metafísico y lógico. Definía a la metafísica como ciencia que considera el ente en cuanto tal, o en cuanto prescinde de la materia. Existe abstracción de materia individual (Física), de materia sensible (Matemáticas) y de toda materia (Metafísica). El objeto propio de la metafísica son los seres reales estudiados en toda su amplitud.

Es de especial relevancia su consideración del modo de existencia en la relación criatura-creador que, por ser esencial, fundamenta una razón última y suficiente.

Los principios característicos del Suarismo teológico son:

- el principio de individuación
- la potencialidad pura de la materia
- lo singular como objeto de conocimiento intelectual
- la distinción no conceptual entre esencia y existencia
- la posibilidad de la substancia espiritual
- la ambición por la unión hipostática
- la Encarnación del Verbo
- la solemnidad del voto solamente en el derecho eclesiástico
- el sistema de Congruismo
- la posibilidad de que ciencia y fe mantengan la misma verdad
- la creencia en la autoridad divina
- la transubstanciación del cuerpo y sangre de Cristo en la Eucaristía
- la superioridad de la virgen María sobre ángeles y santos.

Las Disquisiciones metafísicas son "fuera de toda duda, la obra filosófica más importante de la filosofía cristiana desde la Edad Media", como señaló Josef Soder en su estudio Franz Suárez und sein Werk, y la obra filosófica más leída en la Europa del siglo XVII. Eso explica que en muchas universidades alemanas y holandesas, tanto católicas como protestantes, fuera utilizado como libro de texto. Ejerció tanta influencia en los centros docentes europeos que en Alemania aparecieron 17 ediciones de este libro entre 1597 y 1636.

También es conocido el impacto que las Disquisiciones suarecianas ejercieron en pensadores como Grocio, Descartes, Christian Wolf, Franz Brentano o Schopenhauer, quien en su obra El mundo como voluntad y representación dejó bien clara su admiración por el tratado de Suárez. Martín Heidegger declaró en su obra Ser y tiempo que Suárez había sido el verdadero mediador entre la ontología griega y el pensamiento moderno.

Su Disquisiciones metafísicas 
puede considerarse como la primera construcción sistemática de la metafísica después de Aristóteles, por ello ejerció una influencia considerable en el pensamiento posterior como el más moderno de los escolásticos.

FRANCISCO SUÁREZ

Además de sus aportaciones sobre la metafísica, el teólogo granadino ha pasado a la historia del pensamiento universal por sus estudios sobre el Derecho Internacional y la problemática de la guerra. Como otros tratadistas antes que él, distinguía entre la guerra agresiva (bellum aggressium) y la guerra defensiva (bellum defensivum). La guerra está justificada y es incluso necesaria cuando responde a una injuria grave (gravis iniuria); es injusta y reprobable cuando falta este requisito. Ahora bien, aunque la guerra basada en la autodefensa sea en principio legítima, si no se ejerce con la debida mesura y precaución, puede convertirse en guerra injusta a causa de los daños que ocasionan al enemigo.

Así, escribe en De triplici virtute theologica (Sobre las tres virtudes teológicas):

"Aunque la guerra no sea en sí mala, pertenece, por los muchos daños que produce, a las empresas que a menudo son llevadas a cabo de manera improcedente. Son precisas, pues, muchas circunstancias especiales para que pueda ser una guerra honesta."
La base argumental que Suárez utilizó para analizar la guerra justa e injusta la aplicó también para explicar las relaciones entre las naciones y, a nivel intra-estatal, las de los soberanos y sus súbditos. En este segundo aspecto, declaró en Sobre las tres virtudes teológicas, que "una guerra de la República contra el Príncipe, aunque sea agresiva, no es intrínsecamente mala", añadiendo de todos modos que para que sea lícita tiene que atenderse a los principios de la guerra justa. Las condiciones para la rebelión de la comunidad contra el soberano se dan "cuando el Príncipe es un tirano", ya que "el tirano es el verdadero agresor contra la República y cada uno de sus miembros".

Por encargo del papa Pablo V, en 1593 escribió una De defensio fidei adversus Anglicanae sectae errores (Defensa de la fe católica contra los errores de la secta anglicana), que fue publicado en Coimbra en 1613. Esta obra fue quemada en Londres por orden del rey Jaime I de Inglaterra y prohibida por el Parlamento de París en 1614 sobre la base de que contenía doctrinas que eran contrarias a la autoridad de los monarcas. En ella atacaba la doctrina del poder divino de los reyes, tan en auge en los países protestantes, por la cual el monarca no era responsable de sus actos ante la iglesia ni ante los individuos, sino solamente ante Dios.

Suárez defendió que la autoridad del Estado no tiene origen divino sino humano. C
omo afirmaron muchos otros juristas españoles de la época, la autoridad política emana de los individuos, y no directamente de Dios. Es el pueblo quien tiene el poder, la soberanía, derivada directamente de Dios. Por eso el pueblo puede retirar legítimamente su consentimiento a los soberanos indignos de ejercer el poder que él ha depositado en sus manos. Por tanto, ningún rey podía tener el atributo sagrado y el pueblo, en casos extremos, puede destituirle. Consideraba la legítima protección de los ciudadanos contra un príncipe convertido en tirano.

En sus lecciones sobre el Derecho de Gentes, planteaba en primer lugar la difícil cuestión de la potestad del emperador y del sumo pontífice en el ámbito de la Cristiandad, uno de los problemas más debatidos de la época, no sólo entre los protestante y católicos, sino también entre estos mismos.

Su posición es inequívoca: ni el emperador ni el papa son dueños de los diversos reinos cristianos, de manera que la potestad pertenece exclusivamente a cada respectivo príncipe y ninguno de ellos está obligado a reconocer a una autoridad superior a la suya. Por eso escribió en su Defensio fidei catholicae, que "existen tantos príncipes como reinos o estados soberanos".


DE LEGALIBUS Y OPUCULO THEOLOGICA DE SUÁREZ

Su gran obra jurídica fue Tractatus de legibus ac Deo legislatore (Tratado de las leyes y de Dios legislador), publicada en 1621, que muy fecunda para la doctrina iusnaturalista y el Derecho Internacional. En ella se encontraba ya la idea del pacto social o de contrato social: la comunidad política se constituye por una primera entente entre individuos o familias; la comunidad puede delegar el poder a un grupo o a una sola persona, por medio de un segundo pacto, que Dios deja a nuestra discreción. Por regla general, la democracia, es decir el gobierno directo del pueblo por el pueblo, será la forma más natural de gobierno y no necesita de una institución particular, pues es conforme a la espontaneidad de nuestro ser.

También realizaba un análisis más avanzado que sus precursores del concepto de soberanía: el poder es dado por Dios a toda la comunidad política y no solamente a determinadas personas, con lo que esboza el principio de la democracia contra cesaristas, legistas, maquiavelistas y luteranistas. Para Suárez:

"La comunidad política es libre por derecho natural y no está sujeta a ningún hombre fuera de ella, sino que ella misma en su totalidad tiene el poder político que es democrático mientras no se cambie."
Esta teoría es un claro desarrollo de la soberanía popular que más tarde adquiriría nuevas fundamentaciones religiosas y laicas. Y esta obra fue escrita a la vez contra el protestantismo, que defendía el derecho divino de los soberanos, y contra todos los naturalistas más o menos cínicos. El Tractatus de legibus analizaba la ley en general, para después estudiar las diversas clases de leyes y las cuestiones que éstas suscitaban. Distinguía entre ley eterna, ley natural, derecho de gentes, ley positiva humana (derecho civil y derecho canónico) y ley positiva divina (la del Antiguo y Nuevo Testamento).

Entre sus proposiciones jurídicas destacan:

- La comunidad humana es soberana para dotarse de la forma de gobierno que considere más oportuna.
- La autoridad procede de Dios, pero reside en el pueblo, base jurídica que fundamenta la democracia participativa de los ciudadanos.
- Los reyes puestos en su cargo por Dios ejercen la autoridad al servicio de su pueblo como servidores suyos (ni si quiera la razón del bienestar del pueblo excusa abusar de la autoridad).
- Las relaciones entre los pueblos deben estar basadas en el respeto preferente a la persona. Por tanto, cualquier ley que vaya contra la persona atenta contra la propia sociedad.
- La Iglesia no tiene autoridad efectiva en campo civil; su poder, de origen divino, se circunscribe al terreno espiritual.

En su Tractatus de legibus se dedicó a formulación del Derecho internacional, por cual el género humano es concebido como algo que forma una unidad moral y política, independientemente de su raza o patria. La consideración de que la Humanidad es un solo cuerpo estaba basado en el precepto evangélico de amor universal a nuestro prójimo.

Partiendo de esta concepción plural de la soberanía, rechazó como abstracta la idea de un estado mundial único como árbitro de las relaciones entre los diversos estados nacionales. Para Suárez, aunque cada estado sea autosuficiente necesita de los otros estados para su desarrollo y plenitud. Los estados no deben vivir aislados unos de otros ya que, por muy perfectos que sean, "no pueden prescindir de la recíproca ayuda, colaboración y entendimiento".

Por esta razón, cada grupo nacional forma parte de la superior comunidad internacional, y cada estado tiene el derecho y la obligación de elaborar y concertar pactos con los demás estados con el fin de que puedan convivir en las mejores condiciones posibles, tanto en el orden físico como humano, moral y espiritual.


Suárez demandaba la creación de un Derecho internacional para regir esta sociedad universal y de un organismo internacional capaz de mantener la paz entre las naciones y sancionar a los culpables de los posibles enfrentamientos entre ellas. Este derecho está basado en dos fuentes: el Derecho natural, surgido de la razón; y el derecho de gentes, surgido de los usos locales y particulares de cada nación. Aquel organismo se materializaría siglos más tarde en la Organización de las Naciones Unidas. Esta es propiamente la misión que corresponde al ius gentium o Derecho internacional de gentes.

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ESCULTURAS DE FRANCISCO SUÁREZ

Por todo ello, Francisco Suárez ha sido reconocido como uno de los juristas que mayor aportación ha efectuado al Derecho natural y el Derecho internacional, la relación entre las personas y los pueblos. Sus escritos se caracterizaron por la profundidad, penetración y claridad de expresión.

Según James Brown Scott, Suárez completó la obra de Francisco de Vitoria desde el aspecto filosófico. Bossuet dijo que los escritos de Suárez contenían la totalidad de la filosofía escolástica. Werner afirmó que si Suárez no era el primer teólogo de su tiempo, pero sí era, fuera de toda duda, uno de los primeros. Grotius reconoció en él uno de los teólogos más grandes y un filósofo profundo. Por último, Mackintosh lo consideró como uno de los fundadores del Derecho internacional.

No cabe duda que Descartes y Grocio fueron influidos por Suárez, como lo fue la metafísica de Leibniz. Lo mismo puede afirmarse de los idealistas alemanes. El concepto de substancia de Spinoza tiene su origen en Suárez, su teoría modal adelantó a la de Leibniz, su ius gentium al contrato social de Rouseau, y el sujeto trascendental de Kant se inspiró en la noción de analogía de atribución descrita por Suárez. Por último, su concepto del carácter democrático del Poder adelantó el Ensayo sobre el gobierno civil (1689), de John Locke.

Las obras de Suárez fueron mantenidas en la más alta estima en su época, como se muestra por las numerosas ediciones parciales que se hicieron de ellas en Lyon, Salamanca, Madrid, Coimbra, Mayence, Colonia, París, Évora, Génova, etc., como también por el hecho, relacionado por sus biografías, de que una de las alas del antiguo colegio de los Jesuitas en Salamanca fue restaurada con el producto de la venta de sus obras sobre metafísica.

En los medios católicos, tuvo numerosos discípulos y fue continuado por una pléyade de maestros. Para los protestantes, fue por mucho tiempo un modelo. El gran filósofo andaluz estuvo presente incluso en el seno de la filosofía nueva del Barroco y más tarde de la Ilustración. Su pensamiento ocupó un importante lugar en el pensamiento español y constituyó un giro capital en la evolución de la especulación mundial.

BARCO CON RUEDA DE PALAS POR BLASCO DE GARAY


El marino e inventor Blasco de Garay contribuyó al desarrollo de la navegación con importantes innovaciones técnicas como escafandras y dispositivos de buceo, máquinas para destilar agua marina y molinos de mano.

También se le atribuye la realización de la primera máquina de ruedas motrices navales, en el puerto de Málaga, en 1539, que fue perfeccionada y comprobada ante una junta consultiva, en el puerto de Barcelona, en 1543. Consistía en una nao de 200 toneles llamada Trinidad, movida por dos ruedas de palas, una a cada lado, que estaban impulsadas por el trabajo de unos marinos, sustituyendo la batida de remos o el impulso del viento. Consiguió superar a las galeras convencionales de guerra tanto en velocidad punta como en capacidad de giro.

BARCO CON RUEDA DE PALAS POR BLASCO DE GARAY

Blasco de Garay nació alrededor del año 1500. Fue inventor y capitán de la Real Armada española durante el reinado del emperador Carlos V. Vivió buena parte de su vida en Toledo, pertenecía a una familia hidalga y tenía conocimientos en Física y Filosofía Natural, especializándose en el desarrollo de la técnica y la mecánica aplicadas a la náutica y la marinería. Diseñó escafandras y dispositivos de buceo, máquinas para destilar agua marina y molinos de mano, incluso algún prototipo de máquina que empleara la fuerza del vapor de agua. Pero su innovación más relevante fue un barco de ruedas de palas impulsado por la fuerza del hombre.

Realmente, Garay no inventó el barco con rueda palas. El historiador romano Vitruvio contaba en el siglo I que existían embarcaciones movidas por ruedas que giraban bueyes, que sustituían la fuerza de los remeros. También, se conoce su desarrollo en lugares como China y Bizancio, en el siglo IV. En la Europa del Renacimiento, Valturio propuso un modelo de "maquina de navegar" impulsada por ruedas movidas a través de manivelas, mientras que Leonardo da Vinci lo hizo a través de pedales. En España, en 1522, el inventor catalán Guillén Cabier patentó una máquina que pudiera hacer que un navío navegase sin velas o remos, utilizando algo parecido a ruedas con palas.

Pero se le atribuye a Garay la construcción de los primeros barcos dotados de ruedas de paletas movidos por marinos a través de palancas. Propuso al emperador un sistema de navegación basado en ruedas de paletas a ambos lados de la embarcación, que a su vez eran movidas mediante el trabajo de un grupo de marinos para hacer propulsar las naos y embarcaciones mayores en ausencia de marejadas, con viento o marea en contra, y sin necesidad de utilizar velas y remos. Basándose en sus conocimientos mecánicos y su experiencia en la construcción de molinos, había reducido el número de ruedas de paletas de seis a dos, respecto a sus predecesores ingenieros renacentistas.

BARCO DE RUEDA DE PALAS POR BLASCO DE GARAY

Por real cédula de marzo de 1539, Carlos V aprobaba la ejecución del proyecto de garay. Aquel prototipo de embarcación podría encontrar utilidad en la Armada española tanto para galeras como para naos, por eso permitió que comenzara su desarrollo bajo unas condiciones pactadas. La Corona se encargaba de la financiación, a cambio Garay no podía hacer copias de los textos y planos de sus inventos técnicos para evitar que cayesen en poder de potencias enemigas de España. Las atarazanas de Málaga se encargarían de adaptar la maquinaria ingeniada y las estructuras de metal se fabricarían en la ferrería de Juan Díaz de Aguirre, en la guipuzcoana villa de Deva.

El primer prototipo se ensayó en el puerto de Málaga, en octubre de 1539, en una nao de 250 toneles y 18 marinos. Según el informe que el gobernador observador Gracián de Aguirre y Noblezia solicitó a Garay, en aquella embarcación no existía ni máquina de vapor ni caldera con fuego como algunos autores ha asignado a este medio de transporte. La fuente de energía era el trabajo ejercido por varios hombres que movían unas ruedas de plomo situadas en el centro del casco. A su vez, los engranajes hacían mover las seis ruedas de paletas situadas una a cada lado, que hacían impulsar la nave sobre el agua.

En aquel primer ensayo, la nao alcanzó una velocidad de una legua (5.556 metros) por hora. Surgieron problemas, el más grave fue la rotura de la cubierta por las masas de plomo. Garay solicitó al emperador una nueva asignación monetaria para perfeccionar el modelo.

Así, en julio de 1540, se probó la máquina de rueda de palas en una nao más pequeña, de 100 toneles, que podía navegar también a una legua por hora. Una última prueba fue efectuada en julio de 1542, en una embarcación de 300 toneles, en la que continuaron los problemas que Garay tuvo que solventar. La velocidad alcanzada fue de tres cuartas parte de legua por hora.

BLASCO DE GARAY EN EL PUERTO MARÍTIMO DE BARCELONA

A pesar de los obstáculos que encontró Garay, su proyecto final fue sometido a examen en el puerto de Barcelona, el 17 de junio de 1543. El barco había venido de Colliure hasta la ciudad condal para descargar grano de trigo al que había acoplado dos ruedas de palas, una cada lado. Aquella "Máquina de ruedas motrices navales" era una nao de 200 toneles llamada Santísima Trinidad, en la que embarcaban por 50 marinos capitaneados por Pedro de Scarza.

La Junta consultiva que examinaría la nao fue seleccionada por el propio emperador Carlos V y el príncipe Felipe, y estaba formada por el propio capitán Scarza, el capitán general de Galeras Reales Bernardino de Mendoza, el gobernador de Barcelona Pedro de Cardona, el maestre de Cataluña Francisco Gralla, el tesorero de la Corona de Aragón Enrique de Toledo y Ayala y el tesorero de la Real Hacienda de Castilla Alonso de Rávago, y varios capitanes amigos de Garay que estaban situados en el interior y el exterior de la nao.

Los informes de aquellos testigos fueron desiguales. Entre los aspectos positivos destacó por la rapidez en su giro, la mitad del tiempo que una galera convencional de guerra que sirvió de comparación, algo muy útil tras lanzar una descarga de artillería contra un enemigo. Además, se desplazaba a una velocidad de una legua entera a la hora, superando a la galera.

Por el contrario, Blasco sufrió el enfrentamiento con su enemigo, el secretario real Rávago, quien sostuvo que andaría dos leguas cada tres horas y que resultaría muy complicado y costoso su desarrollo.

El resultado de la comisión examinadora del proyecto fue muy contradictoria. Sin embargo, Carlos V apreció la posibilidad de mejorarlo y promovió el ensayo de un nuevo modelo aportando 200.000 maravedíes para los gastos, y concediendo otras mercedes. Pero a la hora de llevarlo a la práctica, Rávago no financió el proyecto, fuera por superstición o por otra razón.

Aquella nao Trinidad quedó anclada en las atarazanas de Barcelona, en absoluto secreto, y nunca fueron publicados los documentos técnicos de la misma.

BLASCO DE GARAY Y CARLOS V

Más adelante, Garay envió un documento al rey, en donde exponía nuevas innovaciones que denominó "Máquinas e ingenio para operaciones submarinas", que incluía:

1. un sistema para extraer buques de debajo del agua, aun cuando estuviesen sumergidos a cien brazas de profundidad, con sólo el auxilio de dos hombres.

2. un traje submarino escafandra para que una persona pudiera estar sumergido bajo el agua todo el tiempo que le conviniese.

3. otro dispositivo para descubrir con la simple vista objetos en el fondo del mar.

4. la manera de mantener bajo el agua una luz encendida.

5. un sistema de potabilización del agua, que convertía el agua marina en agua dulce.

De haber obtenido fondos para desarrollar todas sus investigaciones, la importancia de los ingenios de Garay podía haber sido inmensa.

También colaboró con Diego de Salazar y con Diego López de Ayala en la traducción de la Arcadia de Jacopo Sannazaro, en 1549.

BARCO DE RUEDA DE PALAS

Blasco de Garay investigó y ejecutó pruebas con calderas de vapor y sistemas de agua hirviendo en barcos y molinos, pero no está claro que tuvieran éxito y se pueda atribuir a él la patente del invento de la máquina de vapor o del primer barco con propulsión de vapor. Su legado fue recogido por Juan de Bracamonte, quien diseñó una máquina de guerra que supuestamente se movía sin el impulso del viento, sin posibilidad de ser incendiada, ni hundida por tormentas o impactos de cañón, según una patente registrada en 1588.

Sin embargo, desde el siglo XIX, algunos historiadores han considerado que Blasco de Garay inventó la máquina de vapor y la adaptó a las naos que ensayó, utilizándola como sistema de energía para propulsar las ruedas de paletas. El origen de esta suposición pudo haber estado en un error de interpretación sobre el texto del informe que Garay envió a Carlos V. Relataba que había ingeniado una embarcación para "navegar en calma", sin necesidad de velas ni remos.

Esta innovación técnica del barco con ruedas de palas está presente en los documentos del Archivo General de Simancas, incluida por su director Tomás González Hernández, en 1825. Se trata de una prueba de navegación a través de una supuesta máquina de vapor realizada en el puerto de Barcelona, el 17 de julio de 1543, por el mecánico naval y capitán de mar Blasco de Garay, de un sistema de navegación sin velas ni remos que contenía una "gran caldera de agua hirviendo". Interpretó que la única manera de "navegar en calma" es a través de una máquina de vapor, algo que se puede ejercer por otros medios de propulsión.

El archivo de Tomás González reconoce la existencia de 50 hombre sobre la nao Trinidad, contra dicción que evidencia que eran la fuerza de los brazos de este amplio número de marinos la fuente de energía, y no una máquina de vapor. Pero debía estar basado en la leyenda generada a raíz de la falta de información, pues los informes que Garay enviaba al emperador eran secretos y confidenciales.

Este archivo fue replicado de forma errónea por el historiador Martín Fernández Navarrete en su obra Colección de los viajes y descubrimientos que hicieron los españoles desde fines del siglo XV, publicada en 1825.

LIBROS DE BLASCO DE GARAY

Pero año más tarde, se fue comprobando mediante auténticos documentos que todo aquel invento consistía en barcos con ruedas en sus bordes, que eran movidas desde en interior por un grupo de hombres que ejercían su fuerza sobre cigüeñales o manubrios y cuyas palas hacían la función de remos.

En el Manual de física y elementos de química publicado por Manuel Rico y Sinobas y Mariano Santisteban, en 1856, reconocían que en las pruebas de Garay no hubo máquina de vapor, sino la fuerza de los marinos:
"Por el informe que sobre aquellas pruebas pidió el Gobierno a los hombres prácticos en la navegacion, no consta que en los mecanismos de Blasco de Garay hubiera el fuego necesario, ni la evaporacion del agua. En su lugar, segun el citado informe, se puede tener una idea del barco de Garay por la presente ilustración, en la cual se hallan representadas las ruedas de paletas a los costados de la nave, y en el centro del barco las masas de plomo que girando habian de favorecer la fuerza de los marineros empleados en hacer que se moviesen las ruedas de paletas impulsoras del barco."
Otros historiadores de la ciencia española también investigaron esta efeméride, como Nicolás García Tapia, el gran investigador de la tecnología pretérita nacional. Consultando los informes originales firmados por Garay y Carlos V, conformó que se realizaron pruebas en Málaga, en Barcelona y en Nápoles, desde 1538 hasta 1543.

Modesto Lafuente continuó el análisis escribiendo en su Historia General de España, de 1855, que era un grupo de "remeros" quienes hacían mover la rueda de paletas, y no una máquina de vapor de agua. Y concluyó que Tomás González podría haberse confundido al mezclas los inventos, pues en la nao Trinidad existía un sistema depurador de agua del mar que potabilizaba el agua recogida mediante una caldera, y posteriormente era ofrecida a los marinos durante su esforzado trabajo.

Y en este sentido, otros investigadores obtuvieron el mismo resultado, como Dionisio Chaulié, en el articulo publicado para la Revista Contemporánea en el verano de 1883.

Esquema Barcelona máquina Blas de Garay barco vapor
ESQUEMA DE MÁQUINAS DE BARCO DE RUEDA DE PALAS

LEY PERPETUA DE LAS COMUNIDADES DE CASTILLA


La Ley Perpetua del Reino de Castilla puede considerarse el primer precedente de Constitución liberal en Europa si se analiza el proceso y el documento. También denominada como la Constitución de Ávila o los Capítulos del Reino, fue redactada en Ávila el año 1520 por los representantes de las principales ciudades. Expresaba los elementos propios de la Constitución política castellana formalizados en un texto aprobado por las villas y ciudades de la Castilla nuclear.

Ley Perpetua Castilla 1520 Constitución
LEY PERPETUA DE LAS COMUNIDADES DE CASTILLA

La Ley Perpetua del Reino de Castilla fue redactada por la Junta de Procuradores de las Comunidades de Castilla reunida en Ávila en el verano de 1520. Este conjunto de leyes resultó ser el gran precedente constitucional hispánico, frustrada en su aplicación por la oposición del rey Carlos V de Habsburgo y su Corte. Y es que el movimiento político comunero desarrollado entre 1519 y 1521 puede considerarse como la primera revolución constitucional europea si se analiza con detalle el proceso y el documento.

La Ley Perpetua de 1520, también denominada como la Constitución de Ávila o los Capítulos del Reino, expresa los elementos propios de la Constitución Política castellana formalizados en un texto aprobado por los representantes de las principales ciudades de la Castilla nuclear.

No fue el escueto documento elaborado exactamente un siglo después, en 1620, por los "padres peregrinos" ingleses a bordo del May flower, la primera Constitución política del mundo. Tampoco tuvieron este carácter los pactos que otros monarcas celebraron siglos atrás con los estamentos nobiliarios al objeto de garantizar a éstos determinadas concesiones: la Carta Magna inglesa de 1215, la Bula de Oro húngara de 1222, y el Privilegio General Aragonés de 1283. Tales textos tuvieron como único fin la limitación del poder de la Corona, pero en modo alguno establecieron la organización del Estado y el aseguramiento de los derechos ciudadanos.

PANORÁMICA DE ÁVILA

La Ley Perpetua que los comuneros enviaron desde Tordesillas al emperador fue el primer documento que realmente marcó un precedente constitucional en el mundo. Su normativa política no solamente tiene carácter revolucionario, sino que puede ser considerada como un auténtico texto preconstitucional, como la más temprana Constitución histórica de España, pese a carecer de ideología sistemática y completa. Eran la expresión más fidedigna y exacta del pensamiento político, económico y administrativo de la revolución comunera, que estableció un plan regular de Gobierno.


El triunfo del documento constitucional escrito, dentro del proceso político mundial, se inició con la "Constitución de Ávila". De hecho, este texto se invocase más de una vez en 1787 en los debates de la Constitución norteamericana, y que en el período constituyente de Filadelfia (25 de mayo de 1787 - 17 de septiembre de 1787), se aludiera con reiteración a la llamada "Constitución de Ávila", como documento inspirador de la Carta Política de los Estados Unidos de América. Y es que el texto de Ávila era una Constitución "impuesta", pero también una Constitución "originaria", por cuanto contenía principios fundamentales nuevos y originales que intentaba imponer en el proceso político y servir de base para la voluntad estatal.

Así pues fue el antecedente de nada menos que de la constitución norteamericana, primer estado formalmente democrático, aunque con formas que todavía tenían que evolucionar, como por ejemplo la abolición de la esclavitud.

COMUNEROS DE CASTILLA ANTE LA REINA JUANA

Los comuneros estamparon sus exigencias y reivindicaciones en diversos documentos. Antes de escribirse la Constitución de Ávila se hicieron varios borradores, algunos de los cuales se conservan, ya que gran parte del acervo documental se ha perdido, unas veces por causas naturales y otras por una sistemática destrucción ordenada respecto de los fondos documentales. Así pues, una cédula de los virreyes de 21 de marzo de 1521 ordenaba al corregidor de Salamanca la destrucción de los documentos relativos al proceso comunero y el propio emperador Carlos V, el 23 de agosto de 1522 confirmaba esta orden. También se carece de las actas de la Santa Junta de Ávila que deberían conservarse entre los protocolos del Archivo Histórico Provincial de Ávila y que aportarían un conocimiento completo de los pormenores y vicisitudes de la también llamada Liga de Ávila.

Los Capítulos más trascendentales del proceso comunero fueron elaborados entre los últimos días de agosto y primeros de septiembre de 1520 en la villa de Martín Muñoz de las Posadas, a 38 kilómetros de la ciudad de Ávila, lugar que tuvo gran renombre en las concentraciones comuneras. Tal vez pueda ser el primer borrador o proyecto de Capítulos de la Junta de Ávila.

Se vislumbraba en el documento el radicalismo de sus redactores con tendencia a la máxima limitación del poder real, aunque después en la Ley Perpetua serían dulcificadas las peticiones.

No consta ni fecha ni lugar donde se redactase, ni incluso figuran las personas intervinientes, por lo que se ha dudado si fue obra de la Junta de Ávila en Tordesillas o de la propia Junta durante sus primeras reuniones en Ávila. Algunos historiadores han creído ver que se redactó en esta última ciudad, aduciendo que están escritos "con singular osadía, lenguaje propio de los comuneros de Avila", donde los ánimos estaban más enconados en los primeros momentos del levantamiento. Aunque lo más probables es que el documento hubo de ser redactado en los primeros momentos de actuación de la Junta de Ávila, e incluso que tuviera participación en la redacción.

Los borradores eran más radicales que los documentos posteriores, los comuneros eran pues al parecer precursores de los modernos políticos expertos en el arte de amagar pero no dar. Lo que no está nada claro es que pretendieran algo así como una nación castellana o algo parecido ya que, en primer lugar, el adjetivo castellano se refería al conjunto de reinos de la corona de Castilla pero no a la específica región castellana.

Su inspiración no eran las antiguas comunidades de villa y tierra castellanas que ya en el siglo XVI apenas conservaban restos de su antiguo régimen foral, sino las ciudades libres italianas del Renacimiento. A pesar que la tradición castellana de los Concejos inspiró las tendencias democráticas comuneras, el modelo italiano fue el que se siguió cuando llegó el momento de acometer la elaboración del amplio plan de descentralización.

RENDICIÓN DE COMUNEROS, POR MANUEL PICOLO

Existen varias notas determinantes en lo que se ha llamado "despliegue institucional" de la Junta. El primer término se basa en un plan de descentralización mediante el cual cada Comunidad elaboraba su propia organización política y conducía sus propios asuntos con gran autonomía, limitándose la Junta General a proveer las diligencias generales y a ejercer las responsabilidades a escala nacional. Sin duda, los comuneros pretendían hacer de Castilla una federación de ciudades libres.

El debatido obispo de Zamora, Antonio de Acuña, mitrado indómito y capitán de comuneros, planeaba un sistema de regionalismo o provincialismo "separatista", en el que incluyó a Toledo, Burgos, Valladolid, Salamanca, Ávila y Segovia, y llegó a decir que "quedarían exentas y libertadas como lo son Venecia, Génova, Florencia, Siena y Lucca, de manera que no las llamen ciudades sino señorías y que no haya en ellas regidores sino consules".

El ambicioso obispo de Zamora sentía sin duda el momento renacentista y era decidido opositor del Absolutismo monárquico. Conocedor de Italia y de sus formas políticas, el recuerdo de los años vividos en las ciudades italianas quizá impulsaban a buscar en la imagen política de aquéllas un modelo o patrón para las ciudades de Castilla.

Evidentemente es mucho más interesante una Venecia o una Florencia que no una Valladolid con ansías caciquiles y centralizadoras.

Se ha dicho hasta la saciedad que el movimiento comunero del siglo XVI no fue en absoluto un fenómeno estrictamente castellano, sino que participaron diversos reinos de la Corona castellana: León, Murcia, Andalucía, también los territorios forales vascongados, y la participación de la andaluza Jaén fue notable.

Ajusticiamiento Padilla Bravo Maldonado Villalar Antonio Gisbert
AJUSTICIAMIENTO DE COMUNEROS, POR ANTONIO GISBERT

IDEA DE LAS DOS ESPAÑAS


La idea de las "Dos Españas" fue un concepto acuñado por Antonio Machado y desarrollado por otros escritores como Santos Juliá, Mariano José de Larra, Jaime Balmes, Marcelino Menéndez Pelayo, Ramiro de Maeztu, José Ortega y Gasset, y también el portugués Fidelino de Figueiredo, que escribió sobre As dues Espanhas. Otros autores, como el historiador Américo Castro, negaron la realidad de tal expresión.

El origen de esta idea surgió tras la aparición de dos mentalidades antagónicas en el siglo XIX. Un sector de la intelectualidad española era conservadora y hasta reaccionaria, cerrada a cualquier tipo de transformación del país; la otra parte era reformista, progresista, que deseaba romper con el régimen establecido. Esta situación dual también la experimentaron casi todos los países de Europa, divididos entre derechas e izquierdas, conservadores y progresistas.

IDEA DE LAS DOS ESPAÑAS

La idea de las Dos Españas evidenció la realidad de una triple fractura, que se abrió simultáneamente a los cambios que supuso la Edad Contemporánea y que llevó al enfrentamiento de 1936. El punto de partida del debate entre estas dos concepciones políticas surgió en las Cortes de Cádiz de 18012, donde se estableció el primer diálogo abierto, sin prohibiciones ni censuras, entre los españoles.

Esa triple fractura se puede expresar en tres pares de conceptos opuestos:

1. DERECHA vs IZQUIERDA

Está ligada a la denominada "cuestión social" del siglo XIX, que a su vez contiene tanto el surgimiento del movimiento obrero como respuesta a la industrialización y que se convierte en una temible lucha de clases (por ejemplo, el pistolerismo de Barcelona entre patronal y sindicatos), como el atraso rural y el "señoritismo" y "caciquismo" que intentaron remediarse con la Reforma agraria.

La debilidad de las clases medias ilustradas o profesiones liberales, incluso la destrucción prematura de una burguesía nacional, se ha venido generando tradicionalmente, como una de las causas de la polarización social y política, y expresada como una característica del carácter español desde que la leyenda negra fijó su estereotipo: el modo de vida hidalgo, el espíritu cristiano viejo, el desprecio por el trabajo, etc. La distinta implantación de socialistas y anarquistas introdujo un elemento más de fragmentación, en este caso, interna al movimiento obrero.


RIÑA A GARROTAZOS, POR FRANCISCO DE GOYA


2. CATOLICISMO INTEGRISTA vs ANTICLERICALISMO

Surgió con la descristianización de las capas populares e intelectuales desde el segundo tercio del siglo XIX, coincidiendo con las Guerras Carlistas (matanza de frailes en Madrid de 1834, motines anticlericales de 1835). Se acentuó con la desamortización eclesiástica de Álvarez de Mendizábal. No consiguió pacificarse mediante la aprobación del Concordato de 1851, Continuó contra el Krausismo del último cuarto de siglo XIX, expulsando a los catedráticos que no adaptaron sus enseñanzas a la ortodoxia. Uno de ellos fue Francisco Giner de los Ríos, que prefirió fundar la Institución Libre de Enseñanza.

Esta dicotomía se acentuó a principios del XX, gracia a hechos como la Semana Trágica de Barcelona y Lerrouxismo, expresándose incluso desde algunos gobiernos dinásticos (ley del candado de José Canalejas) y sobre todo los del primer bienio de la II República, especialmente en lo relativo a la enseñanza y la supresión de la Compañía de Jesús.

Incluso la concesión del sufragio femenino en 1932 tuvo detractores desde ambientes progresistas por considerar que las mujeres votarían según la orientación de sus confesores, que originó un enfrentamiento entre Clara Campoamor y Victoria Kent. Agustín de Foxá resumió con ironía que los españoles están condenados a ir siempre detrás de los curas, o con el cirio o con el garrote.

CARLISTAS VS ISABELINOS


3. CENTRALISMO vs NACIONALISMOS PERIFÉRICOS

Los nacionalismos periféricos están identificados a la defensa de lenguas distintas al castellano pero socialmente con diferentes orígenes:

a. el resentimiento frente a la inmigración y el crecimiento industrial de las ciudades de los pequeños propietarios rurales católicos y carlistas en el País Vasco.

b. la burguesía progresista industrial catalana, organizada durante el siglo XIX en la defensa de una política económica proteccionista opuesta al librecambismo de los exportadores cerealistas castellano-andaluces, hegemónicos políticamente en Madrid.

Paradójicamente, un planteamiento similar de bandos enfrentados se había producido dentro de la misma Castilla siglos antes, desde la Baja Edad Media hasta la Guerra de las Comunidades.
En la mayor parte de los casos, podía ubicarse a las fuerzas políticas y sociales, y a los individuos, en una u otra de las Dos Españas así definidas, aunque para otros casos no estaba tan claro. Por ejemplo, en Vizcaya o Guipúzcoa, muchos católicos eran nacionalistas vascos, e intervinieron en la Guerra Civil en el bando republicano.

Otro caso fue el de Cataluña, donde Lliga Regionalista de Francesc Cambó tenía muy poco que ver con la Esquerra Republicana de Francesc Macià y Lluís Companys (de hecho, de la derecha catalana partieron los apoyos iniciales del general Miguel Primo de Rivera, así como una significativa parte de los de la sublevación militar de Franco), mientras que las izquierdas eran notablemente centralistas y los republicanos pretendieron crear un Estado integral que reconocía las autonomías regionales. La expresión proviene del debate del Estatuto de Autonomía en las Cortes, aprobado el 13 de mayo de 1932, notablemente realista y pragmático, en el que intervinieron Azaña y Ortega, y no se marcaba ningún acento trágico ni excepcional.

Por otro lado, la mayor parte de las agrupaciones y partidos definidos como republicanos, así como la propia masonería, tenían un componente social nada obrero, y más bien cercano a las clases altas o medias.

PEREGRINOS DEL CAMINO DE SANTIAGO


Fueron los primeros turistas de España, los peregrinos de toda la Cristiandad que guiados por la Vía Láctea hacia Occidente atravesaron los Pirineos. Caminantes la mayoría de las veces, gentes rudas y hermosas, de encendida fe: artesanos, menestrales, campesinos, mendigos, juglares, y gentes de toda clase social. Algunos viajeros del norte de Europa llegaban por barco a Galicia, que conocían con el nombre de Jakobsland, desembarcando en sus rías.

PEREGRINOS MODERNOS DEL CAMINO DE SANTIAGO

1. PRIMEROS PEREGRINOS

Los peregrinos sufrieron los peligros del viaje: las expediciones normandas, las razzias musulmanas, los asaltadores de caminos, o las inclemencias naturales como la nieve, el granizo, las inundaciones, el calor abrasador, las aguas no potables, o la escasa e insalubre comida ponían difíciles las condiciones. Hay que añadir los ataques de animales: de perros que surgían para defender las huertas, de osos en el Pirineo o en los montes astur-leoneses, o de lobos en los Montes de Oca y en la subida al Cebreiro.

Pero sus propósitos eran de los más variopinto: ganar indulgencias, redimir culpas, cumplir votos y penitencias, comerciar o simplemente por aventura.

Los peregrinos recibían una certificado del señor feudal para recibir la caridad de los albergues y hospitales. Se distinguían por su atuendo: un sombrero de alas redondas para protegerse del sol y de la lluvia; una esclavina o capa abrigadora de lana y color pardo; un zurrón o bolsa de piel, generalmente de ciervo, y adornada con una concha; y el bordón, que era una fuerte garrota para apoyarse, para colgar la calabaza llena de agua o vino, e incluso para defenderse de animales y ladrones con la punta afilada de hierro.

esculturas peregrinos camino santiago
ESCULTURAS DEDICADAS A LOS PEREGRINOS

2. PEREGRINOS ILUSTRES

Por el Camino de Santiago han pasado gentes ilustres que han ocupado un nombre en la Historia de Europa, incluidos reyes, obispos y nobles que hacían las jornadas a caballo.

Algunos miembros de casas reales fueron: Matilde, hija del rey de Inglaterra Enrique I en 1125; Guillermo X, duque de Aquitania, en 1137; Alfonso VII, rey de Castilla en 1138; el rey Luis VII de Francia, casado con una hija de Alfonso VII, en 1154; Santa Isabel de Portugal, en 1325; Eduardo I de Inglaterra, Juan de Brienne, rey de Jerusalén; la princesa sueca Ingrid; etc.

El primer peregrino ilustre del que hay constancia fue Godescalco, obispo de Le Puy-Velay. En el año 950, recorrió el camino desde Aquitania con su corte y sus caballeros, pues en aquella época ser obispo más que un servicio eclesiástico era un título nobiliario. Inició un camino en dos direcciones por donde viajaba el arte, la cultura, la cristiandad, las tradiciones, los conocimientos, las mercancías y la leyenda.


Nueve años más tarde lo hizo el abad de Santa Cecilia de Montserrat, Cesáreo. También Hugo de Vermandois, arzobispo de Reims, que no pudo tomar posesión de su sede. En el mismo siglo, el marqués de Gothia, Raimundo II, muere asesinado en el trayecto. Como explica Yves Bottineau: "la boga del peregrinaje se vio atenuada por los peligros que entrañaban los caminos."

Simeón de Armenia, un santo ermitaño, fue el primer peregrino oriental del que se tiene noticia, en la décima centuria. Desde Escandinavia también acuden reyes, nobles y altos eclesiásticos, como por ejemplo el rey Sigurd en 1108, llamado desde entonces el peregrino a Jerusalén, o el conde Rognvald el Santo en 1151. En 1180 llegó una familiar del obispo sueco Eskil, y al año siguiente un clérigo danés, Absalón. Desde las islas británicas, el primer peregrino conocido en llegar fue el mercader Gondric de Finchale, en 1102. Desde Dantzig llegó un grupo en 1378.

Según el Romancero castellano, Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como El Cid Campeador, uno de los grandes héroes de la Reconquista, fue uno de los ilustres peregrinos que llegaron a Compostela a postrarse ante el apóstol Santiago. Aunque la información aportada sobre este hecho está confirmada por leyendas jacobeas surgidas tras su muerte.


En el año 1100, el obispo Gelmírez escribe la Historia Compostelana. Esta contiene un significativo paisaje de un embajador del emir Aliben, yusuf de Córdoba:

"¿Quién es ese personaje tan grande e ilustre para que los cristianos se dirijan a él desde detrás de los Pirineos, y más lejos? Es tas grande la multitud de los van y vienen que apenas dejan libre la calzada hacia Occidente."
ESTATUILLAS DEL PEREGRINO DEL CAMINO DE SANTIAGO

Guillermo IX de Aquitania cayó muerto ante el altar del Apóstol, después de haber recibido la comunión en 1137.

Fue también en el siglo XIII cuando se consagró la monumental catedral compostelana. A la ceremonia, que tuvo lugar en abril de 1211, asistió el rey Alfonso IX bajo cuya soberanía estaba el territorio gallego.

En 1172, a su vuelta de Santiago, el duque Felipe de Flandes jugó su papel en la reconciliación entre Enrique II de Inglaterra y Luis VII de Francia.


Años más tarde, en 1293 Dante escribió en su Libro de la Vita Nuova"no se entiende por peregrino sino al que va hacia Santiago o vuelve de ahí."

Un documento de 1312 detalla cómo el francés Yves Lebreton cumplió los requisitos de la peregrinación por delegación a nombre de la condesa de Artois.

Una reina peregrina, santa Isabel de Portugal, la mujer del rey trovador Dionís, sería una de las iniciantes del camino secundario, el llamado portugués, en 1325.

El santo Francisco de Asís fue ejemplo entre las turbulentas masas, dejándolo escrito en su crónica: "Per la sua devozione andó a San Giacome di Galizia."

En 1510 peregrinó Gonzalo Fernández de Córdoba, llamado el Gran Capitán por sus victorias contra los franceses en Italia. Del metal de una armadura que donó se hizo la lámpara que alumbra la imagen del Apóstol a la que es costumbre abrazar.

Felipe II de España, poderoso monarca que llegó a gobernar, en la segunda mitad del siglo XVI, un extenso Imperio que daba la vuelta al mundo, recorrió la Ruta Jacobea.

SÍMBOLOS DEL CAMINO DE SANTIAGO


3. CLASES DE PEREGRINACIÓN

El hombre del medievo, eminentemente religioso, consideraba la vida como una búsqueda de Dios, que a veces se convertía en la razón de su existencia. Las reliquias le ponían en contacto casi material con la divinidad, con su salvación. Esta era la idea fundamental del hecho de que existan las peregrinaciones, pero no los únicos motivos ya que fueron otros cuantos:

Peregrinación voluntaria, acordada por devoción, por satisfacción de culpas, incluso por negocios o por curiosidad.

Peregrinación forzada, tiene un carácter penitencial expiacionista de honda raíz religiosa, y posteriormente fue incorporada también al catálogo de penas impuestas por la autoridad civil.

Peregrinación por manda testamentaria, acordada por el testador y a ejecutar por los herederos.

Peregrinación en nombre del pueblo o de la comunidad, como voto acordado en casos de peste, catástrofe, etc. Peregrinación por delegación, o encargo de terceros

Peregrinación caballeresca

Esculturas peregrino Camino Santiago
ESCULTURAS DEL PEREGRINO DEL CAMINO DE SANTIAGO


4. HÁBITOS DEL PEREGRINO

La estampa clásica del peregrino aparece en muchas representaciones escultóricas y pictóricas a los largo del Camino de Santiago, en obras literarias u en cantos de peregrinos. Los peregrinos utilizaron elementos que pronto se convirtieron en sus símbolos distintivos:

Sombrero de ala ancha para protegerse del sol y de la lluvia

Túnica tabardo con esclavina para resguardarse de la nieve y el frío.

Ambas prendas eran entregadas al peregrino en la ceremonia de su despedida en la iglesia de su procedencia, en la cual se le invocaba la protección divina y se le recordaba que la peregrinación era un símbolo del viaje de la salvación eterna.

Bordón o bastón robusto que les servía de apoyo en los pasos difíciles y en momentos de cansancio, y de protección contra perros y fieras.

Calabaza o cantimplora colgada del bordón o de la cintura, que proporcionaba agua o vino.

Zurrón o alforja que era una despensa alimenticia o refugio bancario de ducados y maravedíes.

Vieira o concha venera precedente la las playas de Galicia, se colocaba en el sombreo o túnica al llegar a Compostela, porque acreditaba la visita y el éxito de la Aventura.

DIBUJOS Y ESTATUAS DEL PEREGRINO CON SUS HÁBITOS


5. ASISTENCIA AL PEREGRINO

Toda una red de asistencia al peregrino cubrió los caminos hacia Compostela. La asistencia religiosa se prestaba en las iglesias, ermitas, monasterios, catedrales.

La asistencia jurídica había creado leyes protectoras contra ladrones, posadero y señores feudales.

La asistencia hospitalaria había organizado hospederías y cementerios para atender todas las necesidades. A veces realizaban en el peregrino delicadezas propias de nuestro tiempo: les afeitaban a navaja, les cortaban el pelo e incluso para asearse y bañarse; se encendía fuego en invierno, etc. Las comidas eran abundantes y gratuitas. Si caían enfermos, se les atendía hasta curarlos; y si morían, se les enterraba en los cementerios con la asistencia obligatoria de cofrades o cabildos.

La asistencia técnica mejoró los caminos, tendió puentes, cuidó los pasos montañosos, a veces con obras ingeniosas: En Arbas, Puerto de Pajares, se abría paso la nieve "por debajo, dejando bóvedas formadas y abriendo el camino de dos y tres varas de hondo, sin que por eso se llegase a la tierra". En Navarra destaca el puente románico construido sobre el río Arga, en el siglo XI probablemente por orden de doña Mayor, esposa del rey Sancho III el Mayor, o doña Estefanía, esposa del rey García de Nájera.

La asistencia militar se aseguró por las Órdenes de Santiago y del Temple, que se dedicaron a proteger los caminos de los asaltos de los bandidos y de los saqueos de los sarracenos.


La asistencia cartográfica empezó con la publicación del Códice Calixtino, la primera guía turística europea, en cuyo libro V Aimeric Picaud daba una serie de consejos y explicaciones sobre los trazados y etapas, distancias, pueblos, santuarios, monumentos, gentes, gastronomía, etc.

MAPAS DIBUJADOS DEL CAMINO DE SANTIAGO


6. HOSPITALIDAD Y LA MEDICINA

Los hospitales del Camino englobaron a las enfermerías y a los albergues diseminados por toda su longitud, aunque los públicos y gratuitos fueron más frecuentes a medida que avanzaba a su final, también existieron los privados y particulares. El concepto de hospital era más bien el de hospitalidad para acoger al que necesitaba ser acogido por cualquier motivo. En esos hospitalillos se hacía una medicina casera, con aceites y hierbas.

En Nájera hubo 4, en Logroño 6, pero ya en León la cifra se dispara a 17 y en Astorga a 25, Burgos llegó a tener 32 de estos edificios que surgieron todos a partir del siglo XI. En Compostela hubo 15 antes de que Isabel y Fernando ordenasen en 1499 la edificación del bellísimo Hospital de los Reyes Católicos en la plaza del Obradoiro, ahora reconvertido en Hostal.


En la ciudad burgalesa el Hospital del Rey, fundado por Alfonso VIII en 1187, estaba atendido por una comunidad religiosa de regla propia. Fue el más grande, con capacidad para 100 personas, algo más de la mitad para los enfermos, y repartían unas 250 raciones diarias. El Hospital Real de Santiago o de los Reyes Católicos llegó a superarlo con 200 camas. En Santo Domingo de la Calzada se daba de comer a 200 peregrinos. Otros hospitales destacados también fueron los de Somport y Roncesvalles, el de Puente la Reina, o el de San Isidoro de León.


Casi todos los hospitales eran pequeños, de dos o tres habitaciones, cada uno con dos o tres camas para una o dos personas. Fueron pocos los medianos, que pasaba de seis habitaciones, como el Hospital San Juan de Burgos.


Eran atendidos por monjes, canónigos regulares, el clero diocesano, cofradías, ayuntamientos, y hasta por ciertas oligarquías como los mercaderes, muy interesados en el tránsito comercial que aportaban estos distribuidores tan especiales llamados peregrinos. Los grandes hospitales contaban con la ayuda de un equipo de profesionales médicos, cirujanos y enfermeras.


HOSPITAL DE LOS REYES CATÓLICOS EN SANTIAGO DE COMPOSTELA

Las órdenes militares nacieron precisamente como órdenes hospitalarias y salvaguardas de peregrinos frente a posibles los posibles actos de bandidaje y saqueos musulmanes. Entre los hospitales militares más famosos se encuentran el de León por Orden de Santiago, el de Ponferrada y Villalcázar de Sirga por los Templarios, el de Castrojeriz por los Antonianos, y algunos más pertenecientes a los Caballeros de San Juan u Orden de Malta y los de Calatrava.

La estancia del peregrino en un hospital era de una noche como norma general, y la ración de comida modélica fue la del Hospital del Rey: dos panes, dos vasos de vino, un caldo o un plato de legumbres u hortalizas, y un filete de carne de ovino, de oveja o de carnero. Pero también se escribió en la guías la repartición de otros alimentos: huevos o cocido, "potaxe" en El Cebreiro, bacalao en Pamplona, sidra o "txacoli" en las Provincias Vascas, en Asturias y en Galicia.

La Ruta Jacobea permitió una inmensa recolección de conocimientos médicos que llegaron a España desde Europa a través de sus peregrinos, y que desde la Santiago de Compostela se distribuyeron al resto de la cristiandad. Los diversos itinerarios de la Ruta Jacobea han sido recolectores y difusores de medicina, atención sanitaria, caridad y hospitalidad.

Aymeric fue muy crítico con los drogueros en su Codex Calixtinus, detalló ciertos fármacos usados en la peregrinación, y se refiere a la preparación por los médicos de jarabes, purgantes y otros compuestos, aunque en su tiempo la farmacia se iba separando ya de la medicina. Además, Santiago surgió como un gran centro comercial para los herboristas, situados principalmente en la plaza de la Azabachería. La farmacia del Hospital del Rey fue la mejor del Camino, e incluso del Reino; era rica en aceites, ungüentos, conservas, dulces, drogas, especias y aguas diversas. Las aves de corral y la fruta eran consideradas por medicinales.

El obispo Gelmírez se trajo de Italia a su ciudad episcopal un médico de Salerno, ya que desde el siglo XII la Escuela salernitana de Medicina tenía mucho prestigio en Europa, precursora de la futura Universidad de Salerno. En el siglo XIV consta que ejercía allí un médico traído de otra escuela con renombre, el maestre Jacome de Montpellier.

El Hospital de San Roque fue fundado en 1577 en el casco histórico de Santiago fundado por el arzobispo Fernando Blanco para atender las enfermedades venéreas, especialmente la sífilis. Los médicos del Hospital Real de Santiago fueron los primeros en aplicar en España la anestesia con cloroformo, tan sólo 17 días después de que se aplicase en Edimburgo y Estados Unidos con fines a evitar el dolor en el paciente. No es la única innovación de la anestesia compostelana, ya que la primera vez que en ese mismo hospital se aplicó el éter con indicaciones médicas en España.

Esta primera gran recolección de saber médico medieval se convirtió en una auténtica escuela de medicina que distribuyó sus conocimientos en todas las direcciones, desarrollando la denominación de origen "medicina compostelana".

HOSPITAL DE SAN NICOLAS DE BURGOS


7. LEY DE PEREGRINACIÓN

La peregrinación estuvo tan bien valorada por los poderes civiles y jerarquía eclesiástica que llegaron a incluir leyes que garantizasen la protección de los individuos y colectivos en los cuerpos jurídicos, como el Fuero Real las Siete Partidas y la Nueva Recopilación.

Las primeras leyes castellanas permitieron el libre tránsito y la agravación de los delitos cometidos contra ellos, incluidos los abusos de los posaderos. El derecho navarro equiparaba el peregrino a esos efectos con el mercader.

La masiva afluencia de peregrinos extranjeros conllevó la fundación de nuevos barrios y poblaciones, y la aprobación de los llamados Fueros de Francos
 (francigeni, que en latín significaba extranjero). Eso ocurrió en Puente la Reina, Sangüesa, Belorado, Villafranca del Bierzo o León. Los inmigrados eran comerciantes, artesanos, constructores y eclesiásticos. Este fenómeno social terminó por consolidar una naciente burguesía, hostil al poder señorial desde el siglo XII.

En el Fuero de Jaca
, concedido por Sancho Ramírez en 1065, los burgueses son los protagonistas principales. El Fuero de Logroño, concedido por Alfonso VI en 1095, modélico y ejemplo a implantar en otras villas y ciudades, fue el primero en referirse tanto a españoles como a franceses y otros extranjeros. Las Partidas de Alfonso X incluían leyes para la resolución de la muerte de peregrinos.

La Nueva Recopilación reconocía a los peregrinos extranjeros a ir a Santiago y a volver en libertad a su patria, pidiendo limosna si fuese necesario, pero sin apartarse del camino más de cuatro leguas a ambos lados o mendigar. El Fuero Real garantiza la libertad de hacer estamento, en ocasiones muy necesario para los caminantes, también el derecho a vivir en las ciudades y villas por las que pasaba el itinerario.

posada peregrinos camino jacobeo rabanal
POSADA DE PEREGRINOS


8. ORIGEN DE LA INDULGENCIA PLENARIA

En la Edad media existía una confusión entre lo laico y lo religioso, y aquella mentalidad lo invadía todo. Obispos y abades imponían en caso de graves pecados la penitencia de peregrinar a diversos lugares religiosos como Jerusalén, Santiago, Roma y otros santuarios menores situados en España, Francia, etc. Por ellos, el juez civil terminó por asumir también esta posibilidad, imponiéndola no como penitencia, sino como pena en caso de la comisión de delitos especialmente graves. Este tipo de pena suavizó las terribles condenas que se imponían en la época, no ya la pena de muerte sino tormento, tortura y mutilaciones. Así pues, la peregrinación satisfacía dos finalidades: sustituía la venganza privada por una respuesta institucional ciertamente no exenta de peligros y dificultades ya que la peregrinación suponía tomar riesgos y sufrir penalidades; y prevenía a la sociedad en general de las consecuencias de cometer determinados delitos.

El papa Calixto II concede en 1122 la posibilidad de que los peregrinos obtengan la indulgencia plenaria en los Años Santos Compostelanos. Nacen así las indulgencias compostelanas o Gran Perdonanza que liberan a los peregrinos de sus delitos y los salva de sus pecados. Las condiciones para ganar este jubileo fueron la visita en Año Santo a la Catedral de Compostela donde se guarda la tumba del Apóstol Santiago, el rezo y asistencia a alguna misa, y la recepción de los Sacramentos de la Penitencia y la Comunión, dentro del período comprendido entre los quince días anteriores y posteriores a la visita a Compostela.

El Liber Sancti Jacobi de Americh de Picaud, en el Libro V referido a la guía de peregrinación escribió: 
"El peregrino alejándose de su domicilio es enviado a la peregrinación por un sacerdote, en pena de sus pecados, como un destierro. Y por la gracias de Dios si confiesa bien y termina su vida abrazando la penitencia, se salva."
SÍMBOLOS DEL CAMINO DE SANTIAGO

La documentación más detallada de esta peregrinación forzada impuesta por el juez civil se encuentra alrededor de los siglos XIII-XIV y procede de los Países Bajos, Francia y Alemania. Muy esquemáticamente se pueden citar algunas ordenanzas:

1. Estatutos de la ciudad de Lieja, año 1328. Se impone la peregrinación a Santiago, Roma y Tours por delitos de homicidio y otros semejantes.

2. Estatutos de Jean d´Archel, 1366. Se impone el peregrinaje a Santiago al juez o escribano que faltare a la probidad en los litigios de bienes o créditos.

3. Ordenanzas de Saint Troud de 1423. Se impone la peregrinación a Santiago por impago de rentas en delitos contra la propiedad.

4. Carta de Tongres. Se impone la peregrinación a Santiago al que sacare espada o cuchillo contra el prójimo.

5. Documento La paix de Saint Jaques de 1487. Se impone la peregrinación a Santiago al raptor de mujer o hija de otro.

6. Estatutos de Maastricht. Se impone como sustitutivo de la pena de multa y en concreto al violador de la tregua de Dios se le impone la peregrinación a Santiago.

7. Ordenanzas de Saint Troud de 1499. Se impone peregrinar a Santiago a quien facilita alojamiento en caso de adúlteros.

8. También en las mismas Ordenanzas de Saint Troud pero del año 1523 se impone a los adúlteros públicos la peregrinación a Tours, pasados quince días del regreso de dicha peregrinación, si siguen viviendo juntos se les impone peregrinar a Santiago y a la vuelta de la peregrinación si persisten se acuerda el destierro.

SANTIAGO MATAMOROS

También se encuentran referencias a la peregrinación a diversos lugares santos y en concreto a Santiago en las ordenanzas de varias ciudades como Gantes, Namour y Brujas.

En caso de incumplimiento, es decir, de que el obligado a peregrinar no lo hiciese, se imponía un nuevo peregrinaje. En algún caso excepcional se llegó a acordar la decapitación. En cuanto a la comprobación de haber efectuado el viaje en su totalidad, este quedaba acreditado con la correspondiente documentación que se expedía al término de la peregrinación por la autoridad correspondiente.

También se llegó a admitir en época más tardía el rescate de la peregrinación mediante el pago de una cantidad, en principio equiparada al rescate de la peregrinación a Roma.

Como es lógico abundan las disposiciones y normas jurídicas dadas por reyes, obispos y príncipes para la protección jurídica del peregrino al que se le consideraba persona inviolable. 
En este sentido se puede citar el Concilio de León de 1114 en el que se decía que "Peregrini in pace sint, secure per terras eant, ut nemo in eos vel eorum, manus mittat".

Y también se cuenta con un corpus jurídico de protección al peregrino tanto de su persona y bienes como previsiones en caso de enfermedad, muerte, entierro, protección de sus bienes, etc.