Escritor ilustrado del siglo XVIII, Félix María Samaniego famoso por pertenecer a la Sociedad Económica Bascongada y por escribir sus Fabulas Morales.
Félix María Serafín Sánchez de Samaniego Zabala era natural de Laguardia, Álava, donde nació en 1745, fue sobrino del ilustrado Xabier Munibe, conde de Peñaflorida. Su refinada educación discurrió bajo los consejos de Gaspar Calvo y luego acudió a la Escuela de Gramática de Laguardia para estudiar humanidades. Para completar su formación se trasladó a un colegio de jesuitas en Bayona y más tarde a Burdeos. En estos años despertó su interés por la cultura, por lo que desde entonces sería un asiduo de las tertulias y un excelente conversador.
Fue uno de los principales colaboradores en la fundación de la Real Sociedad Económica Bascongada de Amigos del País, y trabajó en la creación del Real Seminario de Vergara.
Intervino en numerosos debates sobre literatura y teatro, mostrándose a favor de las tendencias neoclásicas y de la ilustración. Samaniego intervino como mediador en el litigio creado con las provincias vascongadas, en relación a sus privilegios forales. En Vergara se decantó por la literatura y mantuvo más de un enfrentamiento con Tomás de Iriarte de esta naturaleza.
Influenciado durante su etapa formativa en Francia, adquirió la afición por la crítica mordaz contra la política y la religión; se burló de los privilegios, y llegó a rechazar un cargo ofrecido por Floridablanca, valido de Carlos III. Sus cuentos más subidos de tono ridiculizan los defectos humanos, con un alto nivel pedagógico poseen un componente de entretenimiento. Estos cuentos fueron escritos al estilo de las fábulas eróticas de La Fontaine y otros autores clásicos como Esopo o Fedro. Junto a Tomás de Iriarte, fueron los dos principales escritores de fábulas de lengua española, pues nadie como ellos dos han sabido componer relatos sencillos que guardasen una inteligente alegoría moral.
Su principal obra literaria fue Fabulas en verso castellano para el uso del Real Seminario Bascongado, publicada en 1781, en tono aleccionador mediante moralejas. Son críticas contra personajes relevantes, hábitos sociales y actitudes políticas de dudosa integridad. Dueño de una extraordinaria ironía, muchos de sus personajes caen en el ridículo, al mostrarlos con algunos de los defectos humanos más comunes. Se trata de un conjunto de 157 fábulas distribuidas en 9 libros, entre ellas tan célebres como: La paloma, Congreso de ratones, La cigarra y la hormiga, El perro y el cocodrilo, La gallega o La zorra y las uvas.
Su principal obra literaria fue Fabulas en verso castellano para el uso del Real Seminario Bascongado, publicada en 1781, en tono aleccionador mediante moralejas. Son críticas contra personajes relevantes, hábitos sociales y actitudes políticas de dudosa integridad. Dueño de una extraordinaria ironía, muchos de sus personajes caen en el ridículo, al mostrarlos con algunos de los defectos humanos más comunes. Se trata de un conjunto de 157 fábulas distribuidas en 9 libros, entre ellas tan célebres como: La paloma, Congreso de ratones, La cigarra y la hormiga, El perro y el cocodrilo, La gallega o La zorra y las uvas.
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Escribió también una colección de cuentos eróticos, de tono humorístico y contenido procaz, llamado El Jardín de Venus, que quedó inédita. Estaba inspirado en las fábulas eróticas del francés Jean de la Fontaine. Su producción se completa con una serie de poesías y algunos trabajos de crítica teatral.
Samaniego siempre tuvo la lengua demasiado suelta para hablar y reírse de todo con unas ideas no muy santas, y contando chistes picarescos. En 1792, fue delatado por un socio de la Sociedad Bascongada, el escultor José María de Murga, y tuvo que enfrentarse a la Inquisición al ser acusado de leer libros prohibidos hasta que fue encarcelado durante algún tiempo al año siguiente. Gracias a la intervención de un consejero alavés establecido en la Corte de Madrid, Eugenio Llaguno, pudo ser liberado.
Por otra parte, en tiempos de la invasión francesa sus propiedades en Guipúzcoa se vieron seriamente afectadas. Murió a los pocos años, en 1801.
FÁBULAS MORALES DE FÉLIX MARÍA SAMANIEGO |
Algunas de sus frases morales son las siguientes:
"Dijo la zorra al busto, después de olerlo: Tu cabeza es hermosa, pero sin seso. Como éste hay muchos, que aunque parecen hombres, sólo son bustos."
"No anheles impaciente el bien futuro. Mira que ni el presente está seguro."
"Aparta la amistad de la persona que, si te ve en el riesgo, te abandona."
"Quien oye aduladores, nunca espere otro premio."
"Cuántas veces resulta de un engaño, contra el engañador, el mayor daño."
"Quien al poder se acoja de un malvado, será, en vez de feliz, un desdichado."
"Te juzgarán virtuoso si eres, aunque perverso, poderoso; y aunque bueno, por lo malo detestable cuando te miran pobre y miserable."
"Todo varón prudente aconseja en el tiempo conveniente;
que es hacer de la ciencia vano alarde dar el consejo cuando llega tarde."
"El útil bien es la mejor belleza."