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GRANDES FILÓSOFOS DE LA HISPANIA ROMANA


La Hispania romana no solo aportaba emperadores a Roma como Trajano, Adriano y Teodosio, además intelectuales de primer nivel como Marco Valerio Marcial, Moderato de Gades, Calcidio, Quintiliano, Lucano y Prisciliano. El más sobresaliente fue Lucio Anneo Séneca.

GRANDES FILÓSOFOS DE LA HISPANIA ROMANA

No puede haber pensamiento español anterior a la existencia de la nación España, pero la España histórica comenzó con iberos y celtas, y por tanto la Hispania romana de la Edad Antigua fue el embrión de la plena España.

El primer filósofo español de rango universal fue sin duda el cordobés Lucio Anneo Séneca, nacido en Córdoba a comienzos del siglo I. Fue la gran figura hispano-romana en el ámbito del pensamiento y representante de una filosofía específicamente hispana. Era hispano de provincia, aunque vivió la mayor parte de su vida en Roma, ocupando altos cargos de su administración. Su filosofía escrita en latín pertenece a la corriente del Estoicismo, una de las principales del pensamiento romano de su época. Además de filósofo, estadista y dramaturgo, destacó por ser un moralista.

Sobrino de Séneca fue Marco Anneo Lucano, también nacido en Córdoba (39d.C.-65d.C.). Pasó a la historia por ser uno de los grandes poetas épicos y dramaturgos de su tiempo, y que su obra siga reeditándose en toda Europa. Su mayor obra fue Farsalia, un poema narrativo muy realista que comenta la guerra civil entre César y Pompeyo, aunque el protagonista es Catón de Utica, un héroe republican que representaba las virtudes del Estoicismo.



BUSTO DE MARCO ANNEO LUCANO EN CÓRDOBA

Lucio Junio Moderato Columela de Gades nació en Cádiz (4d.C.-70d.C.). Aunque sus grandes libros han estado dedicados a la agricultura y la botánica, también escribió obras filosóficas, que fueron Vida de Pitágoras, Vida de Plotino y Lecciones pitagóricas. En ellos atribuía símbolos místicos a los números, y escribía sobre la trascendencia, la inteligencia, las ideas y el alma.


ESTATUA DE COLUMELA EN CÁDIZ

Quintiliano y Marcial no son estrictamente filósofos, pero su obra poética y literaria contiene abundantes elementos de carácter ético-pedagógico, especialmente en los 12 libros que componen las Instituciones del primero y los 15 Epigramas del segundo.

Marco Valerio Marcial, nacido en Calatayud (40d.C.-104d.C.), fue protegido de Séneca en Roma. Compuso 15 libros de versos más un prólogo, que reunían más de 1.500 poemas pertenecientes al género literario Epigrama. 

Los Epigramas de Marcial se caracterizaron por su ingenio satírico y por documentar la sociedad romana de su época, por eso ha sido considerado como el primero de los conceptistas españoles. Toda la comedia humana de la metrópoli romana fue descrita y criticada en sus poemas, extrayendo la miseria oculta de personajes desde su aparente grandeza, combinando la sátira, la lírica y hasta la obscenidad. 

Marcial superó a sus antecesores y modelos, y no tuvo rival en su época. Sus epigramas leían en todo el Imperio romano y su influencia se mantuvo hasta finales de la Edad Media. Tras la invención de la imprenta se multiplicaron las ediciones de su obra en París, Amsterdam, Leipzig y otras capitales europeas. Influenció a Góngora, Quevedo, Boccacio, Voltaire y otros autores extranjeros.

En el cuadro renacentistas Retrato de Giovanna Tornabuoni, pintado por Domenico Ghirlandaio en 1488, aparece escrito uno de sus epigramas en el fondo de la escena que dice: "ARS VTINAM MORES ANIMVMQUE EFFINGERE POSSES PVLCHRIOR IN TERRIS NVLLA TABELLA FORET" (Arte, ojalá pudieras plasmar la conducta y el espíritu, no habría en la tierra pintura más hermosa).

EPIGRAMA DE MARCIAL EN EL RETRATO DE GIOVANNA TORNABUONI

Marco Fabio Quintiliano, nacido en Calahorra (35d.C.-95d.C.), fue abogado y profesor de retórica de la Roma de Vepasiano, Tito y Domiciano. Junto a Isócrates, está considerado como el mejor profesor de retórica de la Edad Antigua. 

Los 12 libros que componen sus Instituciones oratorias son una enciclopedia para la formación de un orador, tratando la educación elemental y métodos aprendizaje de la retórica, técnicas de oratoria, beneficios de la lectura, cualidades del buen orador, y un estudio de grandes escritores en griego y latín. Basándose en el estilo de Cicerón y con una gran lucidez y originalidad, esta obra defiende la formación integral del orador como ser humano y como hombre público. 

Durante el Renacimiento, ejerció una gran influencia a las teorías pedagógicas que sustentaron la corriente del Humanismo, como por ejemplo al español Luis Vives. 

ESTATUA DE QUINTILIANO EN CALAHORRA

Calcidio nació en Córdoba (siglo IV). Fue filósofo neo-platónico, continuista de la tradición exegética iniciada por el estoico Posidonio. Como comentarista de las obras de Platón consiguió gran relevancia en la posterioridad a su época. Escribió el Timeo, dedicado al obispo de Córdoba Osio, una traducción latina comentada que llegó a ser la más utilizada por la intelectualidad europea de Occidente durante el Medievo y parte de la Modernidad para entender las doctrinas platónicas.

Fue un neo-pitagórico, que cita a Filón y Orígenes. Considera la filosofía el mayor beneficio que ha recibido el ser humano, y la divide en teorética y práctica. Distingue las ideas, las cosas sensibles y la materia.

Sobre cosmología, Calcidio considera que el universo está rodeado de una esfera envolvente, dentro de la cual existen esferas móviles, en las que se ubican los astros; bajo el cielo hay cuatro regiones: la del fuego, la del éter, la del aire y la húmeda, con la Tierra en el centro.

Siguió el modelo aristotélico, visión dual del hombre, adaptándolo al pensamiento cristiano. El hombre está compuesto de alma y cuerpo. Su Dios es Sumo Bien, con proceso descendente y ascendente; creación eterna y mundo de las Ideas, ejemplares eternos de lo sensible.

RESTOS DEL TEMPLO ROMANO DE CÓRDOBA

Como la fuente narrativa más antigua de la Historia de España se puede considerar a la descripción del viaje de circunnavegación de un viajero massaliota, es decir, un griego de la colonia focense de Massalia (Marsella), escrita en el siglo V a.C. y recogida en el poema latino de Ruño Festo Avieno (siglo I a.C.) titulado Ora marítima. Este periplo massaliota describe las costas levantinas y meridionales de la península y con menos precisión las occidentales, y proporciona ya algunos datos sobre sus habitantes. 

En general, hay referencias a España en un gran número de obras de la Antigüedad clásica, y los pasajes relativos a la península, su geografía, etnografía, costumbres e instituciones de los pueblos indígenas y a la historia de las guerras con cartagineses y romanos pueden verse en la colección de Fontes Hispaniae Antiquae, publicadas bajo los auspicios de la Universidad de Barcelona por A. Schulten, P. Bosch Gimpera y L. Pericot.

Los principales historiadores y geógrafos de la Antigüedad que han dedicado en sus obras mayor atención a España son los griegos Polibio (200-120 a.C.), Estrabón (63 a.C.-19 d.C.), Diodoro de Sicilia (siglo I d.C.) y Apiano (siglo I d.C.), y los latinos Cayo Julio César (100-44 a.C.), Tito Livio (59 a.C.-17 d.C.), y Cayo Plinio el Viejo (24-79 d.C.).


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