Humanista, retórico, profesor de gramática del siglo XVI, Alfonso García Matamoros compuso una extensa obra humanística en pleno Renacimiento. Su Laus Hispaniae es una apología de la nación sobre lo que han aportado las letras españolas a lo largo de la historia.
Alfonso García Matamoros nació en Villarasa, Huelva, en 1490, aunque fue llamado "hispalense", por haberse
naturalizado en la capital andaluza. Después de cursar estudios primarios en
Sevilla y superiores en Valencia, fue requerido para dirigir el estudio de
gramática en Játiva desde 1531 hasta 1540.
Desde 1542 y durante veintidós años, estuvo a cargo de la cátedra
de Retórica de la Universidad de Alcalá de Henares, uno de los principales
focos humanistas españoles de su época. Entre sus alumnos estuvo por
ejemplo, Benito Arias Montano. Posteriormente, fue canónigo de la Catedral de
Sevilla. Murió en 1572.
El humanismo de Alfonso García Matamoros participó del patriotismo
de obras como Generaciones y semblanzas de Fernán Pérez de Guzmán, o Claros varones de Castilla de Hernando del Pulgar.
Consideraba que el saber distingue al ser humano de los animales, aproximando
la vida especulativa a la activa, y buscando virtudes morales e intelectuales,
con apego a la antigüedad hebrea y a la Biblia.
Fue un ferviente seguidor de Erasmo de Rotterdam y mantuvo estrechas relaciones con los humanistas de su siglo. Entre sus amistades figuró Juan Téllez Girón, conde de Ureña, a quien está dedicada su principal apología.
Fue un ferviente seguidor de Erasmo de Rotterdam y mantuvo estrechas relaciones con los humanistas de su siglo. Entre sus amistades figuró Juan Téllez Girón, conde de Ureña, a quien está dedicada su principal apología.
ERASMO DE ROTTERDAM Y ALFONSO GARCÍA MATAMOROS |
Entre
su extensa obra humanística destaca su famosa apología de la nación
española Laus Hispaniae (De adserenda Hispanorum eruditione,
sive De viris Hispaniae doctis narratio apologetica), escrita en
esa ciudad en 1553, con el patriótico fin de acabar con el desprecio que tenían
algunas naciones de Europa a los humanistas españoles, fruto de ligerezas e
injusticias. Este opúsculo es una mezcla de leyendas, fábulas, anécdotas y
literatura culta y popular, para dar amenidad a la exposición de lo que han
supuesto las letras españolas a lo largo de la historia. El autor demuestra un
buen conocimiento de Cicerón, Virgilio, Plauto y Tácito entre los escritores
romanos, y entre los griegos cita también a Homero, Aristóteles y Platón, y a
los Padres de la Iglesia.
En 1558, publicó el discurso que pronunció en la investidura de Diego Sobaños como doctor y, en 1559, empezaron sus ataques de reúma crónico, de los que se lamentaba todavía en el prólogo a su De tribus dicendi generibus, de 1569.
Otras obras suyas fueron In Aelii Antonii Nebrissensis Grammaticae IV librum scholia (Valencia, 1539); De ratione dicendi libri duo (Alcalá de Henares, 1548); Methodus constructionis (Alcalá de Henares, 1553); y Methodo concionnandi liber urnus (Alcalá de Henares, 1570). En Opera Omnia fue reunida y editada toda su obra (Madrid, 1769).
En 1558, publicó el discurso que pronunció en la investidura de Diego Sobaños como doctor y, en 1559, empezaron sus ataques de reúma crónico, de los que se lamentaba todavía en el prólogo a su De tribus dicendi generibus, de 1569.
Otras obras suyas fueron In Aelii Antonii Nebrissensis Grammaticae IV librum scholia (Valencia, 1539); De ratione dicendi libri duo (Alcalá de Henares, 1548); Methodus constructionis (Alcalá de Henares, 1553); y Methodo concionnandi liber urnus (Alcalá de Henares, 1570). En Opera Omnia fue reunida y editada toda su obra (Madrid, 1769).
DE RATIONE DICENDI LIBRI DUO Y OPERA OMNIA |
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