Los aztecas fueron un grupo de etnias mesoamericanas que habitaron Centroamérica hasta su fusión social con la llegad de la expedición colonizadora de Hernán Cortés en 1520. Tenía su capital en México-Tenochtitlán, ciudad de la etnia dominante: los mexicas. Por sus creencias y sus dioses, su jerarquía de clases y sus refinadas formas de gobierno eran una sociedad compleja y bien organizada, con una tradición de escritura pictográfica y calendarios propios de gran dificultad.
Poseían una concepción dual iluminación-oscuridad del cosmos, el cual fue creado por el dios Quetzalcóatl.
El pensamiento teológico de los cuatro soles fue el eje central de la religión azteca: cuatro civilizaciones anteriores, que desaparecieron con otros cuatro apocalipsis. El quinto sol les exigió sacrificios humanos como condición para iluminar el mundo.
Los aztecas ofrecían la sangre derramada a los dioses como alimento que sustenta su existencia, ya que de ellos dependía la renovación de las fuerzas vitales y la continuidad de su quinto ciclo de vida.