Los mayas fueron una de las dos grandes civilizaciones mesoamericanas que habitaron Centroamérica desde el 2000 a.C. hasta su fusión social con los conquistadores españoles desde el siglo XVI.
Poseían una religión animista que desempeñaba la función ideológica de legitimar el orden político y social establecido y se preocupaba de entender el origen del universo. Creían en la existencia de varios mundos anteriores que se habían sucedido en el tiempo, por tanto la vida tenía un carácter cíclico, pensamiento cosmogónico basado en unos logrados conocimientos científicos en astrología y cronometría.
Por eso, con base en los conceptos religiosos y cosmogónicos se establecieron los calendarios, se justificó el papel de los gobernantes, se planeó los ciclos de producción agrícola, y se realizó un amplio y variado conjunto de ritos efectuados por reyes y sacerdotes, en el cual se incluía prácticas chamanísticas, danzas, sacrificios, autosacrificios, juego de pelota, etc.