En la Edad Contemporánea europea, el Arte fue un recurso utilizado por los gobiernos de los modernos Estado liberales para crear una conciencia nacional en sus poblaciones. El objetivo era demostrar un relato colectivo que relacionase el pasado con el presente evocando un destino común.
En España, la pintura histórica fue fomentada por el poder estatal mediante las exposiciones nacionales, organizadas por la Academia desde 1856, o sus encargos de decoración de las instituciones públicas. Destacaron pintores como Ramón Martí Alsina, Antonio Muñoz Degrain, Ignacio Pinazo, Víctor Manzano y Mejorada, Francisco Pradilla, Eduardo Cano de la Peña, Dióscoro Puebla, Eduardo Rosales, Antonio Gisbert o Casado del Alisal.