Como no podía ser de otra manera, el Siglo de Oro de la teología en especial, y del pensamiento español en general, está englobado en el Siglo de Oro de las Letras y del mayor auge del Imperio español.
El cardenal Francisco Jiménez de Cisneros fue su principal promotor a comienzos del siglo XVI mediante la fundación de la Universidad de Alcalá de Henares y la creación de la Biblia Políglota Complutense.
La máxima erudición teológica la desarrollaron los miembros de la Escuela de Salamanca, humanistas renovadores de la Escolástica y defensores de Iusnaturalismo, como Francisco de Vitoria, Melchor Cano, Domingo de Báñez, Bartolomé de Medina, Luis de Molina o Francisco Suárez.
Su pensamiento teológico fue defendido y resultó triunfador en al Concilio de Trento.
La teología española también fue expresada a través de la literatura mística y ascética en escritores como Teresa de Ávila, Luis de León o Francisco de Osuna.