El Adopcionismo es la doctrina según la cual Jesucristo fue un ser humano, elevado a categoría divina por designio de Dios por su adopción, o bien al ser concebido, o en algún momento a lo largo de su vida, o tras su muerte. Se trata de un acercamiento interconfesional de la Iglesia mozárabe con la cultura árabe, desde el ámbito de la doctrina Cristológica, que apareció cuando la mayoría de la España visigoda había caído bajo el poder de los invasores musulmanes.
La querella del adopcionismo hispánico fue un debate surgido en el último cuarto del siglo VIII, que enfrentó adopcionistas mozárabes del Califato de Córdoba frente a los encarnacionistas del Reino de Asturias.
Los adopcionistas estaban encabezados por el obispo Elipando de Toledo, el abad Félix de Urgel, el obispo Ascario de Braga y el predicador Migencio. Los encarnacionistas estaban liderado por el abad Beato de Liébana, autor los Comentarios al Apocalipsis de San Juan, y el obispo Eterio de Osma.