MONARQUÍA HISPÁNICA PRECURSORA DE DERECHOS HUMANOS


El español fue el primer Imperio en cuestionarse la legalidad y legitimidad de unas tierras conquistadas, nunca otro había reparado en esta cuestión. De la necesidad de establecer normas de convivencia con los indígenas del descubierto Nuevo Mundo, la Monarquía hispánica organizó durante el siglo XVI una serie de Juntas Consultivas de Indias formadas por juristas y teólogos. El resultado de aquellos debates fue la aprobación de las sucesivas Leyes Protectoras de Indias, precedentes de los actuales Derechos Humanos.

La Junta de Valladolid de 1550 y 1551, que planteó  a fondo la "cuestión de los naturales", fue el origen hispánico de la fundación definitiva de los Derechos Humanos y antecedente de las actuales resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas. Esta controversia tuvo como referente el pensamiento de Francisco de Vitoria, fundador del Derecho Internacional de Gentes, y como protagonistas a Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda.

MONARQUÍA HISPÁNICA PRECURSORA DE DERECHOS HUMANOS

ORIGEN DE LA FÍSICA MODERNA POR DOMINGO DE SOTO


El fraile dominico y teólogo Domingo de Soto está considerado como el promotor de la Física Moderna. Fue el primero en establecer que un cuerpo en caída libre sufre una aceleración constante. Su teoría del movimiento uniformemente acelerado y la caída de los graves fue el precedente de la Ley de la Gravedad de Newton.

ORIGEN DE LA FÍSICA MODERNA POR DOMINGO DE SOTO

Domingo de Soto estudió en la Universidad de Alcalá de Henares y, desde 1516, en la de París. En la capital francesa amplió sus estudios en la filosofía nominalista. En 1520, regresó a la Universidad de Alcalá para ocuparse de la cátedra de metafísica. En 1525, ingresó en la Orden de los Predicadores Dominicos. En 1532, ingresó en la denominada Escuela de Salamanca
, la fundadora de la Ciencia Económica Moderna, mientras impartía teología como catedrático de la Universidad de Salamanca durante dieciséis años. Fue uno de los grandes alumnos de Francisco de Vitoria.

Escribió numerosas obras de teología, derecho, filosofía y lógica, entre las que destacaron De iustitia et iure (1557) y Ad Sanctum Concilium Tridentinum de natura et gratia libri tres (1547), de orientación tomista y De dominio (1534), de orientación iusnaturalista. También comentó varios libros de física y lógica aristotélica, el más importante fue Quaestiones super octo libros physicorum Aristotelis (1551), sobre cinemática y dinámica.


Domingo de Soto fue el primero en establecer que un cuerpo en caída libre sufre una aceleración uniforme con respecto al tiempo y su concepción sobre la masa fue extremadamente avanzado en su época. En su libro Quaestiones explica la aceleración constante de un cuerpo en caída libre de esta manera:

"Este tipo de movimiento propiamente sucede en los graves naturalmente movidos y en los proyectiles. Donde un peso cae desde lo alto por un medio uniforme, se mueve más veloz en el fin que en el principio. Sin embargo el movimiento de los proyectiles es más lento al final que al principio: el primero aumenta de modo uniformemente disforme, y el segundo en cambio disminuye de modo uniformemente disforme."

Soto ya relacionaba dos aspectos de la física: el movimiento uniformemente disforme (movimiento uniformemente acelerado) y la caída de graves (resistencia interna). En su teoría combinaba la abstracción matemática con la realidad física, clave para la comprensión de las leyes de la naturaleza. Tenía una claridad rotunda acerca de este hecho y lo expresaba en ejemplos numéricos concretos.

Anteriormente a Soto, hubo varios autores contemporáneos que llegaron a describir el movimiento de un cuerpo en caída con dos variables independientes: el tiempo y el espacio; lo que no les permitió llegar a la descripción correcta. Otro español, llamado Diego Diest, partió de utilizar una sola variable, pero utilizó de forma errónea la espacial.

En cambio, Soto describió el movimiento con una sola variable independiente: el tiempo. Este hecho está comprobado en la obra de William Wallace llamada The Enigma of Domingo de Soto: Uniformiter Disformis and Falling Bodies in Late Medieval Physics.

Clasificó los diferentes tipos de movimiento en:

Movimiento uniforme respecto al tiempo:
"Es aquel por el que el mismo móvil en iguales intervalos de tiempo recorre iguales distancias, como se da perfectamente en el movimiento extremadamente regular del cielo."
Movimiento disforme con respecto al tiempo:
"Es aquel por el cual, en partes iguales de tiempo son recorridas distancias desiguales, o en (tiempos) desiguales, (espacios) iguales."
Movimiento uniformemente disforme con respecto al tiempo:
"Es el movimiento de tal modo disforme, que si dividimos según el tiempo, (la velocidad de) el punto medio de la proporción excede (la velocidad de) el extremo más lento lo que es excedida por el más rápido."
"El movimiento uniformemente disforme respecto al tiempo es aquel cuya disformidad es tal, que si se le divide según el tiempo, es decir, según las partes que se suceden en el tiempo, en cada parte del movimiento del punto central excede del movimiento extremo el menor de esa misma parte en cantidad igual a aquella en la que él mismo es superado por el movimiento extremo más intenso."

De Soto describió el movimiento de caída libre como ejemplo de movimiento unifórmemente acelerado por primera vez, cuestión que sólo apareció posteriormente en Galileo:
"… este tipo de movimiento propiamente sucede en los (graves) naturalmente movidos y en los proyectiles. Donde un peso cae desde lo alto por un medio uniforme, se mueve más veloz en el fin que en el principio. Sin embargo el movimiento de los proyectiles es más lento al final que al principio: el primero aumenta de modo uniformemente disforme, y el segundo en cambio disminuye de modo uniformemente diforme."

Por lo tanto era aplicable la Ley de la velocidad media para calcular el tiempo de caída:
"Esta especie de movimiento es la propia de los cuerpos que se mueven con movimiento natural y la de los proyectiles."
"En efecto, cada vez que cae una masa desde una cierta altura y en el seno de un medio homogéneo, se mueve al final más de prisa que al principio. Pero el movimiento de los proyectiles es más lento al final que al comienzo, y así el primero se intensifica, y el segundo se debilita uniformemente."

Movimiento diformente disforme con respecto al tiempo:
"Es el movimiento en tal modo disforme, que si es dividido según el tiempo, no ocurre que el punto medio de cada parte en la misma proporción excede (en velocidad) a un extremo cuanto es excedido por el otro. Este tipo de movimiento es el que esperamos en los animales, donde se observa el aumento y la disminución."
UNIVERSIDAD DE ALCALÁ DE HENARES Y DOMINGO DE SOTO

Este fue un descubrimiento clave en física, y base esencial para el posterior estudio de la gravedad por Galileo Galiley e Isaac Newton. Ningún científico de las Universidades de París y de Oxford de aquella época había conseguido describir la relación entre movimiento uniformemente disforme en el tiempo y la caída de los graves como lo hizo Soto. Este hecho debería reconocer tal descubrimiento al español.

Domingo de Soto publicó sus ideas sobre la caída de graves en la obra Quaestiones super octo libros physicorum Aristotelis, en 1551. Esta obra fue publicada en varias ciudades italianas, influyendo en personajes como Benedetti o Galileo. Sus ideas son originales y que no corresponden a un conocimiento colectivo de la época.

Fue un logro tan avanzado que los autores Juan José Pérez Camacho e Ignacio Sols Lucía en su trabajo Domingo de Soto en el origen de la ciencia moderna, publicado en 1994, terminaron escribiendo que:
"Ante el resultado de nuestro análisis de las aportaciones de Domingo de Soto a la física, proponemos esta consideración: es en la década que abraza las obras de Copérnico (1543), Soto (1551) y Benedetti (1554) donde debemos situar la línea divisoria entre la ciencia del Renacimiento y la ciencia moderna. Tras una lenta maduración, al fin sus ideas contaron con un magnífico aliado en Galileo Galilei."
Otro de los que llamaron la atención de las aportaciones de Soto fue el historiador francés de principios del siglo XX Pierre Duhem.

Este teorema de caída de graves es el principio que Galileo buscaba en 1604 para establecer el fundamento de la cinemática. En sus primeras investigaciones partió de una concepción equivocada porque consideraba que la velocidad aumentaba con respecto al espacio de la caída en lugar de con el tiempo. Así escribió:
"El cuerpo que cae naturalmente va incrementando continuamente su velocidad a medida que la distancia desde el punto de partida aumenta.
Con posterioridad, al darse cuenta de su error, formuló matemáticamente el movimiento uniformemente acelerado, pero éste se había definido 50 años antes por de Soto.

Galileo citó a Soto en dos ocasiones aunque no relacionadas con la caída de graves. Sin embargo las concepciones de Soto como mínimo le llegaron de manera indirecta a través de discípulos de Soto.

Pero Soto no solamente acertó en la cinemática, sino también en la dinámica. En su libro Quasetiones planteaba la resistencia interna de los cuerpos:
"Lo que es movido es una resistencia, que ha de ser superada por la fuerza motriz."
Pérez y Sols plantean que no hay duda sobre el carácter de esta resistencia (que hoy llamaríamos masa inerte) como en primer lugar interna y no sólo resistencia externa del medio, y en segundo como proporcional al peso. Eso se desprende de sus textos y los ejemplos que puso. Concluyen que aunque no lo haya formulado explícitamente, si uno parte de todas sus concepciones y preguntase a Soto ¿con qué velocidad caen los graves en el vacío?, Soto habría respondido:
"Todos los cuerpos caen en el vacío con la misma velocidad, que aumenta uniformemente disforme con el tiempo de caída."
Estatuas Domingo Soto Valladolid Burgos
DOMINGO DE SOTO EN VALLADOLID Y BURGOS

Una de las características más destacadas del pensamiento sotiano fue la preocupación por la justicia social, tan común en los miembros de la Escuela de Salamanca. Así, en su Deliberación en la causa de los pobres, de 1544, escribió: "So pena de pecado mortal son obligados los ricos a hacer limosna de los que les sobra". Con excepción de lo que el hombre necesita para su sustento personal y familiar, todo lo demás ha de darlo "al que tiene dello necesidad".

En su libro De dominio, de 1534, escrito en Salamanca, establecía que Dios había criado "todos los bienes del mundo en común para el linaje humano", de manera que quien no se atienese a esta norma de conducta atentaba contra la ley divina y también contra el Derecho Natural, ya que "por Derecho Natural todas las cosas son comunes en cuanto al dominio". Según De Soto, si los bienes materiales han de quedarse divididos y privatizados han sido como consecuencia del pecado original.

El maestro de Salamanca dio una nueva dimensión a la teoría del Derecho de Gentes, formulada ya antes por Francisco de Vitoria, el gran precursor de los Derechos Humanos y del pensamiento anti-colonialista. Para Soto era un error considerar que fuera de la Cristiandad nadie es señor del mundo, tampoco el emperador ni el papa, así como que querer justificar el dominio del mundo en nombre de Cristo, ya que sería "maravilla que viniendo Cristo a predicar la pobreza en el mundo, recibiese el dominio del mundo".

Su respuesta ante esta cuestión fue resuelta así: "Si es lícito apoderarse por la fuerza de las ciudades de los infieles y gentiles a causa de su idolatría es rotundamente negativa, ya que tales guerras las llevamos a cabo contra las leyes divinas", por lo que "estamos de atendernos a los cometidos de la Fe". Matando a los gentiles "no sólo saldamos las exigencias de la caridad, sino que también nos hacemos odioso e infecciosos a ellos y, por ende, ineptos para inducirles a aceptar nuestra fe". 

La misión de los católicos no es la de castigar a los infieles por sus pecados, sino la de perdonarlos:
"La predicación de la Fe tiene como finalidad el perdón y remisión de los pecados. Es así que castigar los pecados de los infieles se opone diametralmente a la misma. Luego, la fe católica no nos concede potestad alguna para castigarlos."
Se explica que contradiciendo a San Agustín negarse que los romanos tuvieran derecho a invadir y conquistar a otros pueblos.
"El Derecho Natural es igual para todos los hombres, ya que todos son de la misma naturaleza; por consiguiente, nadie es de esta manera señor de los demás."

REPRESENTACIÓN TEATRAL DE LA CONTROVERSIA DE VALLADOLID

Participó en la comisión de teólogos y juristas de la denominada Junta de Valladolid
 de 1550-1551, el primer debate oficial sobre los Derechos Humanos, donde se discutió la forma de proceder en la conquista de América por España y la naturaleza de los indios. En este debate, también fue llamado de los justos títulos o Polémica de los naturales, los frailes Juan Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas discreparon como líderes de dos modelos de colonización antagónicos. Soto se inclinó en su resumen hacia las tesis del este último.

Otra de las materias de las que se interesó Domingo de Soto fue la Economía, tan característico entre los miembros de la Escuela de Salamanca, los fundadores de la Ciencia Económica Moderna. Analizó numerosos problemas como la usura, los contratos, la actividad del intercambio mercantil, la determinación del precio justo, así como las variaciones del mismo. Llegó a recomendar desde su cargo, ciertas intervenciones en precios. Rothbard lo criticó porque, en su opinión, Soto rompió con la tradición escolástica de la defensa del precio de mercado como precio justo.

Su obra más importante es De Iustitia et Iure, de 1557, escrito en Salamanca, de la que se publicaron al menos 27 ediciones en los 50 años siguientes a su primera edición.

SESIÓN DEL CONCILIO DE TRENTO, POR TIZIANO

En 1545, fue enviado al Concilio de Trento en calidad de teólogo imperial de Carlos V ante la imposibilidad de que fuera Francisco de Vitoria. En sus intervenciones defendió la Escolástica y atacó el Protestantismo y el Nominalismo como desviaciones de la doctrina cristiana. Esta tesis fue desarrollada más ampliamente en obras posteriores, sobre todo en Ad Sanctum Concilium Tridentinum de natura et gratia libri tres, publicado en Venecia, en 1547. Frente a la tesis luterana de que la Fe basta por sí sola como justificación ante Dios, Soto afirmaba, al igual que los demás teólogos católicos, que la Fe es inseparable de la Caridad y que sin ésta se convierte en una abstracción vacía de contenido.

Separada de las obras concretas de caridad, la sola fides de Lutero se revela como un solipsismo o subjetivismo carente de la categoría de alteridad, esencia y condición del amor al prójimo y clave del verdadero Cristianismo. Este concepto activo y solidario de la Fe concuerda con la importancia que el maestro salmantino adjunta a la conducta moral o bonum honestum, que es la vía hacia Dios. La Fe es virtud moral. El hombre tiene dos fines, uno sobrenatural y otro natural. Aquél consiste en la contemplación de Dios, éste en el obrar de acuerdo con la Razón, operari secundum naturem, cuyo fruto es la obra buena y honesta. A este proceder racional pertenece el esfuerzo por el advenimiento de un Estado justo. Cuando uno hace lo que debe hacer, puede contar con la gracia o auxilio especial de Dios. A su regreso a España, el Emperador le nombró su confesor personal, cargo que aceptó a su pesar, porque su deseo era el de proseguir su labor docente.

En 1548, intervino, como teólogo católico frente a los protestantes, en la redacción del Interim de la Dieta de Augsburgo. Allí coincidió con el también dominico Pedro de Soto, confesor real, a quien sustituyó en el cargo en 1548. Ambos intentaron, pero no consiguieron, impedir la influencia que sobre el emperador Carlos V tenía el cardenal Granvela. El emperador le ofreció el nombramiento como obispo de Segovia, que no lo aceptó, y el de confesor personal, que dos años de oficio renunció al mismo para continuar su trabajo en Salamanca.

Segovia, ciudad natal de Domingo de Soto, tiene dedicado a su hijo ilustre una 
estatua y un centro de enseñanza primaria, y colegio universitario conocido como Campus de Segovia, dependiente de la Universidad de Valladolid.

BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE POR FRANCISCO JIMÉNEZ DE CISNEROS


La Biblia Políglota Complutense es la primera edición plurilingüe de una Biblia completa escrita en la Cristiandad. Promovida por Francisco Jiménez de Cisneros, incluye las primeras ediciones del Nuevo Testamento en griego, la Septuaginta y el Targum Onkelos. Esta obra es cumbre de la tipografía española, considerada como una de las obras más representativas del Renacimiento español, y la más destacada de las obras religiosas impresas en el siglo XVI.

El cardenal Cisneros fue el principal promotor del Humanismo en España, favoreció los estudios de las lenguas latina, griega y hebrea, y fundó la Universidad Complutense de Alcalá de Henares.

BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE POR FRANCISCO JIMÉNZ DE CISNEROS

La dedicación del Humanismo cristiano al servicio del movimiento reformista español se hizo especialmente patente en el desarrollo de los estudios bíblicos, que alcanzaron su punto culminante en España antes de que Lutero y los reformadores protestantes comenzaran a reclamar para sí la exclusividad de la Biblia.

En esa labor destacó Cisneros, cardenal arzobispo de Toledo, quien organizó una edición crítica de la Biblia mediante la consulta de varios textos, con el objetivo de otorgar a los estudios sagrados una base firme en las fuentes de la revelación.

Francisco Jiménez de Cisneros nació en Torrelaguna, en 1436. Pertenecía a una familia de hidalgos pero humilde, oriundos de la villa de Cisneros, en Palencia. Se graduó en Derecho en la Universidad de Salamanca.

EL CARDENAL FRANCISCO JIMÉNEZ DE CISNEROS

En 1459, viajó a Roma con el objetivo de adquirir experiencia en la administración eclesiástica. Tras más de una década, en 1471, fue nombrado arcipreste de Uceda, en Toledo, por el papa Paulo II. Este nombramiento generó un rivalidad con Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo, quien ordenó su encarcelamiento en Santorcaz. Durante varios años de vida reclusa, Cisneros estudió las Sagradas Escrituras y aprendió las lenguas bíblicas, latín y griego, pero sobre todo hebreo, gracias a la ayuda de un judío converso también encarcelado.

Tras su liberación por Carrillo, Cisneros tomaba posesión de su arciprestazgo en Uceda, en 1478. De todas formas, pronto buscó la protección del cardenal Pedro González de Mendoza, cuya amistad se serviría para ir ascendiendo en la jerarquía eclesiástica. Y desde esta posición, alcanzó el cargo de vicario general de la Diócesis de Sigüenza, en 1480.

En 1484, renunció a todos sus cargos y se hizo miembro de la Orden de San Francisco de Asís, a la edad de 48 años, cambiando su nombre originario de Gonzalo por el de Francisco, en honor al fundador de su orden. Se retiró al convento de San Juan de los Reyes de Toledo, primero, y al de El Castañar y La salceda, después. Durante una década, Cisneros se dedicó a la vida ascética, al estudio y la oración.

BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE POR FRANCISCO JIMÉNZ DE CISNEROS

1492 fue un año decisivo en la historia de España, pero también en la vida de Cisneros. Los Reyes Católicos reconquistaban Granada, la expedición marítima de Cristóbal Colón descubrió tierras al otro lado del océano Atlántico y un docto latinista sevillano llamado Antonio de Nebrija presentaba su Gramática de la Lengua Castellana en la Universidad de Salamanca a la reina Isabel durante su visita a esta ciudad. Paradojas del destino, este gramático colaboraría más tarde junto a Cisneros en un ambicioso proyecto convirtiéndose ambos en los principales promotores del Humanismo cristiano español de la época.

Entonces, Isabel de Castilla nombró a su confesor Hernando de Talavera como arzobispo de la recién tomada Granada y al cardenal Pedro González de Mendoza como arzobispo de Toledo, en detrimento de Carrillo. Por recomendación de Mendoza, su gran protector, Cisneros fue nombrado confesor real y consejero personal de Isabel. Prefiriendo mantener su vida monástica antes que la cortesana, accedió al cargo con residencia en el convento franciscano más cercano. Dos años después, en 1494, fue elegido provincial de su orden en Castilla.

En 1495, moría el cardenal Mendoza, eligiendo como sustituto al frente el cargo de arzobispo primado de Toledo de su discípulo. Aunque al principio reusó prestarse a tanta responsabilidad, finalmente Cisneros accedió a ser el máximo representante de la Iglesia española, gestionando grandes recursos y comenzando una serie de reformas en su Orden Franciscana. El papa Alejandro VI, perteneciente al linaje español de los Borgia, respaldaría aquella reconstrucción de la Iglesia y Cisneros la extendió a todas las Ordenes Mendicantes en España. Fue el inicio de la Reforma católica de la Iglesia, previa a la Reforma protestante que algunos europeos harían décadas después.

Después, se ocupó de reforma el clero secular de su diócesis, organizando concilios y haciendo visitas a sus centros. En Toledo, también redujo los múltiples privilegios y rentas que había adquirido el Cabildo de canónigos de la catedral. En todas estas reformas tuvo resistencias y enfrentamientos de eclesiásticos, perseverando en su empeño de erradicar la corrupción y el derroche de las instituciones religiosas. Combatía el privilegio en los conventos e iglesias que visitaba dando ejemplo con la humildad de un simple fraile franciscano. Y empleaba los cuantiosos recursos monetarios de su arzobispado para socorrer a los pobres y rescatar a cristianos de su cautiverio por piratas berberiscos.

CISNEROS VISITA LA CONSTRUCCIÓN DEL HOSPITAL DE ILLESCAS,
POR MATÍAS ALEJANDRO FERRANT

En 1499, viajó a Granada, acompañando a los Reyes Católicos. Comprobando la lenta conversión al Cristianismo de las gentes islámicas que allí vivían, se quedó para cooperar con el arzobispo Hernando de Talavera. Cisneros decidió emplear métodos más represores y severos para perseguir a los miembros más rebeldes. Estas medidas provocaron disturbios en la ciudad, y más tarde un conflicto armado en lo que se conoce como Revuelta de las Alpujarras.

Como miembro relevante en el Consejo Real su participación en la dirección política resultó decisiva para la historia de España tras la muerte de Isabel la Católica, en 1504. Entonces, el trono del reino pasaba a su hija Juan I de Castilla, que estaba casada con Felipe de Borgoña, duque de Flandes e hijo del emperador Maximiliano I de Austria. Este murió dos años después, en 1506. Dala la incapacidad para gobernar por Juan a causa de su deteriorada salud mental, su padre Fernando de Aragón fue elegido regente del Reino de Castilla, en 1507. Su ausencia en el Reino de Nápoles generó desestabilidad política en la Corte y la aparición de intrigas de nobles castellanos y flamencos. Cisneros, que era presidente del Consejo de Regencia, se prestó a actuar con rapidez y solicitar la comparecencia del rey Fernando cuanto antes, controlando posibles deslealtades o rebeldías.

En recompensa a su fidelidad, Fernando le nombró primado de España y el cargo de gran inquisidor de Castilla. Al mando de esta institución, aprobó nuevos reglamentos con mayores garantías jurídicas para los procesados y acabando con algunos excesos.

En 1509, organizó y financió la expedición militar para la conquista de las plazas norteafricanas de Orán y Mazalquivir. El objetivo era el de acabar con estas bases marítimas de piratas berberiscos que asaltaban las costas españolas del Mediterráneo. Pero, el afán misionero de Cisneros no se conformaba con un ataque, sino con el rescate de múltiples cristianos allí recluidos y la posterior evangelización de los islámicos.

Con respecto al modelo de colonización y evangelización que se estaba efectuando en las recién descubiertas Indias, Cisneros reorganizó las misiones allí desplegadas. Primero, envió una expedición formada por frailes de la Orden de San Jerónimo para comprobar la situación. Después, aprobó una serie de leyes protectoras de indios nativos: mantenía la prohibición del esclavismo, mejoraba las condiciones de trabajo de los indios en las encomiendas y enjuiciaría a los encomenderos que cometan abusos de poder. Estas medidas fueron reforzadas con el envío de nuevas misiones protectoras y evangelizadoras de indios.

EL CARDENAL CISNEROS LIBERANDO A LOS CAUTIVOS DE ORÁN

En 1516, se produjo el fallecimiento de Fernando el Católico, el cual había nombrado en su testamento a Cisneros como regente de España hasta la coronación de su nieto, el príncipe Carlos de Gante, hijo de Juana de Castilla y Felipe de Borgoña, y futuro Carlos I de España y V de Alemania.

Para afianzar los derechos sucesorios de el heredero al trono, los cortesanos flamencos asentados en la Corte trajeron a Adriano de Utrecht, gran promotor del Humanismo cristiano en aquellas tierras, y que más tarde sería elegido papa Adriano VI. El resultado fue un buen entendimiento entre el cardenal de Toledo y el deán de Lovaina, quienes compartieron la regencia. El acuerdo incluía la unión de reinos de Castilla, León, Aragón y Navarra para el joven Carlos I de Habsburgo.

Un dato histórico interesante fue el traslado de la Corte a Madrid por parte de Cisneros, por ubicarse en un lugar centrado en la geografía peninsular cuando esta era una simple villa. Quizás esta decisión fue el preludio de la posterior elección que haría Felipe II, hijo de Carlos I, unas décadas más tarde.

CISNEROS Y LOS GRANDES, POR VICTOR MANZANO Y MEJORADA

El cardenal Cisneros siempre tuvo un alto interés por el desarrollo cultural y el mecenazgo artístico de España.

En 1499, fundó la Universidad de Alcalá de Henares a partir del antiguo Studium Generale, también llamada Complutense, por estar ubicada en la antigua villa romana de Complutum. Llegó a convirtiéndose en una de las instituciones que más ha influido en la cultura española y la primera universidad renacentista, humanista y universal.

Su interés por el conocimiento filológico de los textos bíblicos y de los Padres de la Iglesia le hizo adquirir importantes manuscritos, en una época en la que tras el descubrimiento de la imprenta en la década de 1450 se publicó la Biblia con mayor eficiencia. Además, consiguió el oportuno permiso para que sus colaboradores consultaran los códices de la Biblioteca del Vaticano. Finalmente, fundó la Biblioteca universitaria, que contenía los mejores manuscritos conocidos en los albores de la Modernidad (hebreos, griegos y latinos); eran códices españoles, venecianos, vaticanos, florentinos e incluso de Rodas.

Más tarde, se rodeó de filólogos y teólogos de la mayor competencia científica que entonces enseñaban en España, así como de algunos maestros judíos expertos en el lenguaje hebraico. Entonces, los invitó para trabajar sobre la ambiciosa tarea de compilar una enorme y completa Biblia políglota con el objetivo de reavivar el decaído análisis de las Sagradas Escrituras.

PARANINFO DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ

Las
Biblias políglotas son ediciones que contienen el texto bíblico en columnas paralelas en varias lenguas, sobre todo el texto original hebreo y griego, acompañado de algunas versiones antiguas. A través de una metodología crítica, Cisneros intentó acercarse lo más posible al texto original bíblico y reunir en una misma publicación el mejor texto hebreo, griego y latín, incluidas algunas partes en arameo.

Los estudiosos se reunieron en la Universidad de Alcalá de Henares. Los trabajos comenzaron en 1502, bajo la dirección de Diego López de Estúñiga, y se continuaron durante 15 años, hasta 1517. El proyecto se financió con dinero procedente de impuestos, multas de la Inquisición y del patrimonio del arzobispado de Toledo.

En ella participaron, entre otros, los judíos conversos Alonso de Alcalá, Pablo Coronel y Alfonso Zamora, este último profesor en Alcalá, que se encargaron de cotejar los textos en hebreo y arameo, y de establecer una versión correcta.

La parte helenista fue trabajada por el Demetrio Ducas, el Cretense, llegado desde Italia en 1513, Hernán Núñez de Guzmán el Pinciano, catedrático en Alcalá y uno de los más grandes humanistas españoles de su tiempo junto a Nebrija, Diego López de Estúñiga, catedrático también en Alcalá y Juan de Vergara.

UNIVERSIDAD DE ALCALÁ, CISNEROS Y NEBRIJA

Entre los colaboradores latinos estuvieron Gonzalo Gil, Bartolomé Castro y, especialmente, Antonio de Nebrija, que había sido catedrático de Retórica latina en la Universidad de Salamanca y escritor de la primera Gramática de la Lengua Española, la primera gramática de una lengua vulgar convertida en culta. En 1513, Nebrija fue convencido por Cisneros para intervenir en la corrección de la Biblia Vulgata, texto latino de San Jerónimo, desde una perspectiva científica y crítica, acompañado de los textos en hebreo y griego.

San Jerónimo era considerado como el mejor traductor latino de la Biblia según la tradición eclesiástica, y su texto fue adoptado de forma general por la Iglesia para fines litúrgicos y teológicos. Con el paso de los siglos, el texto de San Jerónimo se fue corrompiendo debido a erratas y malinterpretaciones. Cisneros se propuso elaborar un nuevo texto de la Biblia Vulgata, limpio de errores y defectos, mediante un trabajo de crítica literaria.

Por otra parte, Nebrija siempre fue un filólogo muy meticuloso y prefirió utilizar como base científica el texto original en hebreo y griego, y realizar una nueva traducción latina en aquellas partes erróneas. Esta situación de desencuentro en la estrategia de afrontar la redacción del texto, hizo que Nebrija abandonase pronto el proyecto ante las diferencias de criterio. Su buena amistad con el cardenal le permitió continuar en la Universidad de Alcalá, escribiendo obras literarias e impartiendo la cátedra de Gramática castellana y Latín.

EL CARDENAL CISNEROS, POR ENRIQUE CAJÉS
BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE


De forma general, el Antiguo y el Nuevo Testamento, junto a sus textos complementarios, conforman una Biblia completa. En el caso de la Biblia Políglota Complutense consta de seis volúmenes con la siguiente distribución:

Los volúmenes I, II, III y IV contienen el Antiguo Testamento, formado por un texto hebreo masorético; un texto griego de los Setenta, y un texto latino de la Vulgata.

Cada página está dividida en tres columnas paralelas de texto: en hebreo la exterior, la Vulgata latina en el medio y la Septuaginta griega en el interior. En cada página del Pentateuco se añadió el texto en arameo (el Targum Onkelos) y su propia traducción al latín en la parte inferior de la página.

El volumen V es el Nuevo Testamento, también llamado Escrituras Griegas, expresado en un texto griego y otro texto latino de la Vulgata. Incluye como apéndices una lista de nombres hebreos, arameos y griegos del Nuevo Testamento, gramática griega y un diccionario greco-latino del Nuevo Testamento.

Las Escrituras Griegas están dispuestas en dos columnas: una con el texto griego y la otra con su equivalente en latín, tomado de la Vulgata. Ambos textos están vinculados entre sí mediante letras voladitas que remiten al lector a la palabra equivalente de cada columna. El texto griego de la Políglota fue el primer Nuevo Testamento en imprimirse de la historia, seguido poco después por la edición que preparó Erasmo de Rotterdam.

Se puso tanto esmero en la corrección del quinto volumen que solo se han hallado 50 erratas, lo que ha impulsado a los críticos modernos a considerarlo superior al célebre texto griego de Erasmo.

El volumen VI reúne los textos filológicos complementarios, formado por aclaraciones lingüísticas y teológicas: un Diccionario hebreo y arameo del Antiguo Testamento; un vocabulario latino-hebreo Vocabularium Hebraicum atque Chaldaicum, una lista de nombres hebreos, arameos y griegos del Antiguo Testamento con su interpretación; y una gramática hebrea Introductiones artis Grammatice Hebraice.

BIBLIA PLURILINGÜE EN LATÍN, GRIEGO, HEBREO Y ARAMEO

El resultado de este trabajo de largo fondo no pudo ser mejor: la primera Biblia políglota, o plurilingüe, que contenía todo el texto de la Sagrada Escritura en sus más fiables versiones en los idiomas originales y una traducción latina mejorada por cada traductor y estudioso de su equipo. Esta histórica herramienta de traducción llegó a conocerse como la Biblia Políglota Complutense. Es, por tanto, una obra independiente y anterior a la innovación luterana, que demostraba claramente que los biblistas católicos marcaban la pauta a seguir a los protestantes.

Dado que el arte de la impresión se hallaba en sus inicios, marcaría un hito en su historia la consecución de esta empresa. Por eso, también fue destacable la aportación de Arnaldo Guillén de Brocar el Brocense, quien se encargó de la impresión de esta Biblia con el texto latino de la Vulgata, la versión griega de los Setenta con traducción latina interlineal, el texto hebreo del Antiguo Testamento y la paráfrasis caldea de Onkelos, fijados por los especialistas de la Universidad de Alcalá y dirigidos por el cardenal en persona. Brocar resolvió la difícil composición de los textos, que resultaron excelentes por su tamaño y nitidez, además de claros y hermosos, tanto los griegos como los hebreos. Fue considerada como una joya del arte tipográfico, calificada de "monumento del arte tipográfico y de la ciencia escritural".

Los elegantes caracteres de las Escrituras Griegas están a la altura de la primorosa belleza de los más antiguos manuscritos unciales. En el libro The Printing of Greek in the Fifteenth Century (La impresión en griego en el siglo XV), Robert Proctor afirmó: "Pertenece a España el honor de haber producido en el primer intento lo que sin duda es el más delicado tipo griego jamás grabado". Este consideraba que la tipografía de Brocar es la cima del desarrollo tipográfico de la edición primitiva, antes de que el manuscrito de Aldus Manutius sobre tipografía dominara el mercado los siguientes dos siglos.

En 1514, se compiló el Nuevo Testamento Complutense, pero su publicación se retrasó mientras se trabajaba en la otra parte, para que se pudieran publicar ambas partes juntas como una sola obra.

En enero de 1517, salió de la imprenta el sexto y último volumen, y fue entregado a Cisneros, poco antes de su fallecimiento, reconociendo:
"Aunque hasta el presente he llevado a cabo muchas empresas duras y difíciles por la nación, nada es más de mi agrado, por lo que debáis felicitarme con más efusión, que por esta edición de la Biblia."
Se imprimieron 600 ejemplares con diferencias en las decoraciones xilográficas en papel y 6 en vitela, y se sabe de la supervivencia de 123 con variaciones en la portada, conservadas en bibliotecas de todo el mundo, la mayoría a falta del volumen sexto. Su coste final ascendió a los 50.000 ducados.

ÚLTIMA CONFESIÓN DEL CARDENAL CISNEROS,
POR JOSÉ MARÍA RODRÍGUEZ DE LOSADA

El cardenal Cisneros murió en julio de 1517, a los 81 años de edad, estando en Burgos, durante su viaje hacia Asturias para recibir al príncipe Carlos de Gante, que desembarcaba para tomar posesión del Reino de España. No pudo conocer al futuro rey, pero con la conciencia tranquila del deber cumplido en su regencia, y cinco meses después de la finalización de la Biblia que tampoco vio publicada. Otros planes de ediciones de textos clásicos y teológicos se quedaron en proyectos, pero su legado a la cultura y la docencia son universales.

Ante este hecho, Alcalá de Henares cayó en declive ya que la Orden de Santo Domingo se hizo con el control de la Inquisición y los profesores hebreos y moriscos que trabajaron en la elaboración de la Biblia suponían un problema a solventar. La Biblia Políglota Complutense llegaría a convertirse en algún momento en un libro prohibido.

Entonces, Guillén de Brocar viajó a Roma con varios ejemplares en busca de una autorización del papa para su publicación. Pero, un año antes, Desiderio Erasmo de Rotterdam había publicado su Novum Instrumentum, una edición bilingüe del Nuevo Testamento en griego y latín. Su texto latino era independiente de la Vulgata de San Jerónimo, fue conocido como el Textus Receptus y ediciones posteriores sirvieron de base del Nuevo Testamento de la Biblia del rey Jaime.

Pero, Erasmo trabajaba de forma solitaria, sin equipo, poseía un conocimiento imperfecto del griego, y trabaja con peores e insuficientes fuentes manuscritas, que tenían mucho menor valor en cuanto a investigación y erudición. Por eso, mientras abordaba el Antiguo Testamento, consiguió un privilegio exclusivo de 4 años de publicación por el emperador Maximiliano I de Habsburgo y del papa León X, en 1516. Trataba de retrasar la publicación de la Políglota Complutense influenciando en las autoridad del Vaticano.

Placa Centenario Cisneros Universidad Alcalá
PLACA DEL V CENTENARIO CISNEROS

Después tres años de espera, en marzo de 1520, el papa León X aprobó la Políglota Complutense. Pero como el sumo pontífice necesita supervisar todos los ejemplares, estos fueron trasladados desde Alcalá a Valencia, donde embarcaron destino Roma. Durante el viaje, el barco se hundió con casi todos los ejemplares a bordo, recuperándose una treintena. Por este motivo, la obra religiosa más importante del siglo XVI no se publicó hasta 1522 y desde este año fue ampliamente distribuida.


Con esta publicación se abrió una rica tradición que se extendería por otras naciones durante el Renacimiento. Esta Biblia Políglota Complutense influyó en la elaboración de la mejorada Biblia Políglota Regia, publicada en Amberes, entre 1568 y 1573, patrocinada por el rey Felipe II, bajo la dirección de Benito Arias Montano y la impresión de Plantino. Esta Políglota Regia tuvo mayor valor en los círculos eclesiásticos protestantes.

Entre 1984 y 1987, se publicó una contemporánea edición facsímil de la Políglota Complutense a tamaño folio en Valencia. Se ha reproducido tomando como base para los textos de la Biblia la copia que se encuentra en la Sociedad de Jesús en Roma; para la reproducción del raro volumen sexto con los diccionarios se tomó la copia de la biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid, sucesora de la de Alcalá.

CENOTAFIO DEL CARDENAL CISNEROS

RECONQUISTA ESPAÑOLA A TRAVÉS DE LOS CANTARES DE GESTA


La literatura épica española propiamente dicha tuvo origen durante el período de la Reconquista, y engloba a las largas narraciones en verso en las cuales el mester de juglaría describía las hazañas de los héroes nacionales. Reyes y nobles son ensalzados en estas narraciones épicas denominadas cantares de gesta. Son destacables el Poema de Fernán González, el Poema del Mío Cid, el Poema de Alfonso XI, o la Leyenda de Bernardo del Carpio a la batalla de Roncesvalles.

La presencia del apóstol Santiago evangelizador de la Hispania antigua surgió en el imaginario de los pueblos cristianos aportando un aliciente en su empresa contra el invasor islámico. Esta imagen de Santiago matamoros como caudillo de los ejércitos cristianos en fue llevada a la literatura épica, por autores como Beato de Liébana o Gonzalo de Berceo.

literatura épica Reconquista Cantares Gesta
RECONQUISTA ESPAÑOLA A TRAVÉS DE LOS CANTARES DE GESTA