CASA DE CONTRATACIÓN DE INDIAS


La Casa de la Contratación de Indias, fundada en el Alcázar Real de Sevilla en 1503, fue la 
institución que reguló y controló la actividad comercial española con las Indias durante los siglos XVI y XVII, con carácter de monopolio y atribuciones mercantiles, fiscales y judiciales.

Además, fue uno de los principales centros de ciencia aplicada del mundo en disciplinas como Náutica, Cosmografía, Geografía, Hidrografía, Astronomía y Matemáticas. Entre sus resultados estuvieron las fabricación de instrumentos de navegación, tales como agujas de marear, astrolabios, cuadrantes y ballestillas; la organización de expediciones marítimas que descubrieron océanos y continentes; y la ejecución de planos cartográficos de territorios y mares de todo el orbe que fueron reunidos en el Padrón Real por los científicos del nivel de Juan de la Cosa, Américo Vespucio, Sebastián CabotoAlonso de Santa Cruz.

CASA DE CONTRATACIÓN DE INDIAS

A inicios de 1503, los Reyes Católicos fundaron la
Casa de Contratación de Indias, mediante real decreto que aprobaba de sus primeras ordenanzas. Funcionó como máximo organismo administrativo que regulaba el tráfico marítimo y la actividad comercial de España con las tierras descubiertas y por descubrir en el Nuevo Mundo, con las islas Canarias y con el África atlántica.

Este sistema institucional aplicó desde su inicio las doctrinas intervencionistas y mercantilistas en el comercio exterior propias de la época, para ir perfeccionándose durante el siglo XVI hasta quedar institucionalizado en el último cuarto del mismo.

Probablemente, su fundación estuvo inspirada en las Casas de Guinea y de la India y en los Almacenes de Guinea y de la India, que ya tenía el Reino de Portugal desde el siglo XV. Su primera sede estuvo en las Atarazanas Reales, pero su cercanía al río y riesgo de inundación hicieron que se trasladase a las instalaciones del Alcázar Real. Para tal función se remodeló el llamado Cuarto del Almirante, que fue ampliado con una segunda planta hacia el Cuarto de los Cuatro Palacios, se construyeron almacenes y viviendas, y se adquirió un edificio que fue el Hospital de Santa Isabel, en 1533. El Cuarto del Almirante se ubica en la plaza de la Montería.

CUARTO DEL ALMIRANTE

Dentro del Cuarto del Almirante, destacó el Salón del Almirante, que debe su nombre por haber sido sede del Tribunal del Almirantazgo de Castilla. En este salón, se debatían los proyectos marítimos, se presentaban informaciones científicas, se exponían cartas geográficas de los nuevos descubrimientos y se negociaban las condiciones contractuales de las empresas mercantiles. En la actualidad, esta sala está decorada con pinturas de temática histórica del siglo XIX y principios del XX, y se utiliza como Salón de Conferencias del Alcázar Real.

Otra importante estancia fue la Sala Capitular, que hoy es capilla y llamada Sala de Audiencias. Está presidida por un altar con un magnífico tríptico La Virgen de los Mareantes, de Alejo Fernández: una virgen María con manto, acogiendo a personajes relacionados con el descubrimiento del Nuevo Mundo, flanqueada por cuatro santos: san Sebastián y Santiago a la izquierda, y san Telmo y san Juan Evangelista a la derecha. En la parte de abajo se representan los siete tipos de navío que existían en esa época. Su artesonado es del siglo XVI con motivos decorativos renacentistas.

SALA CAPITULAR

La Casa de Contratación debía fomentar y regular el comercio y la navegación con las Indias, promover la organización de flotas y expediciones marítimas, inspeccionar los navíos, instruir a capitanes y maestres, y contratar a tripulantes capacitados.


En el Alcázar Real debía hacerse el registro y depósito de las mercancías que iban o venían, así como el cobro de los derechos aduaneros, reservados para la administración de la Monarquía española. Posteriormente, las mercancías se subastaban en la lonja a los compradores.

Debía expedir los permisos a los pasajeros y controlar el embarque en los navíos, pues nadie podía partir desde el puerto de Sevilla o cualquier otro puerto con destino a América sin el permiso de la Casa de Contratación.

Otra de sus funciones fue el ejercicio judicial: civil, mercantil y criminal; por ejemplo dirimía los pleitos entre colonizadores o perseguía el fraude fiscal de las mercancías sin declarar. Para esta función se creo la Audiencia de la Casa de Contratación y llegó a tener su propia prisión.

ARCHIVO GENERAL DE INDIAS

Desde su fundación, en la estructura administrativa de la Casa de Contratación destacaron tres cargos funcionariales: el factor, el tesorero y el contable.

El factor era el cargo más importante, decidía la tipología de mercancías que debían llevar la flota de la Carrera de Indias, además de sus aparejos, equipamiento y armamento.

El tesorero custodiaba y distribuía los recursos monetarios y metalíferos que traía la flota de la Carrera de Indias a su vuelta, además hacía función de albacea de los fallecidos.

El escribano elaboraba toda la contabilidad de las mercancías y la financiación mediante libros de cuentas.

El primer tesorero fue Sancho Ortiz de Matienzo, jurista y canónigo de la catedral de Sevilla, que terminó como abad de la recién descubierta isla de Jamaica desde 1512. El primer factor fue Francisco Pinelo y el primer escribano fue Jimeno de Briviesca, ambos estaban muy relacionado con las expediciones de Cristóbal Colón.

A medida que el teatro de operaciones mercantiles de ultramar se iba engrandeciendo surgieron nuevas Ordenanzas para atender a las nuevas necesidades (1503, 1510, 1536, 1543, 1552, 1585). Progresivamente, se establecían nuevos cargos con sus respectivas funciones, llegando a adquirir gran complejidad en sus competencias y actividades y a tal efecto fueron sancionadas ordenanzas más amplias.

Vista Torre Oro Sevilla François Fortier Alexandre Louis Joseph
VISTA DE LA TORRE DEL ORO DE SEVILLA

En 1522, fue fundada la Casa de Contratación de la Especiería, con subsede en La Coruña. Esta decisión de Carlos I fue debida a la llegada de la nao Victoria por Juan Sebastián Elcano proveniente de la expedición de Fernando de Magallanes a las islas Molucas tres años antes. Su función era la distribución y venta de las especias y resto de mercancías orientales a puertos atlánticos europeos. La Casa de la Especiería fue suprimida como consecuencia del Tratado de Zaragoza firmado en 1529, por el que las islas Molucas pasaban a control portugués.

En 1524, se formalizaba el Real y Supremo Consejo de Indias por Carlos I, pasando la Casa de Contratación a depender de esta institución.

En 1529, Carlos I otorgaba licencia para comercial con los Virreinatos americanos de forma directa a los puertos de San Sebastián, Bilbao, Bayona, Laredo, Avilés y La Coruña, en el Norte, y en el Sur, Cádiz, Málaga y Cartagena. En un principio, esta medida pudo suponer una menaza contra el monopolio hispalense, pero ninguna de estas ciudades hizo uso de esta posibilidad, ya que los barcos tenían que retornar forzosamente a través del puerto de Sevilla.

En 1535, se dispuso en Cádiz un Juzgado de Indias, tratándose de una especie de aduana para controlar el tráfico y descarga de mercancía en su puerto. Fue debido a las dificultades del calado del Guadalquivir para naves de gran tonelaje que no podían navegar aguas arriba hasta Sevilla.

Lonja Mercaderes Archivo General Indias Sevilla
ARCHIVO GENERAL DE INDIAS

En 1543, se fundó el Consulado de Cargadores a Indias por orden de Carlos V, y sancionado por Felipe II en 1566. Se trata de una corporación profesional de mercaderes relacionados con el comercio de ultramar para defender sus intereses frente a los de la Corona y los de otros mercaderes, y para participar en los litigios y querellas surgidas entre sus miembros o con otros agentes en una amplia serie de materias que abarcan desde las transacciones mercantiles hasta las quiebras de compañías, los contratos de fletes de naves, los préstamos a la gruesa o loa seguros marítimos. Esta institución gremial revolvía los procesos jurídicos de forma más ágil y eficiente que la propia Casa de Contratación.

Otra de aquellas necesidades fue la reorganización de los galeones que hacían la Cerra de Indias, mediante la aprobación en 1564 de un nuevo Sistema de Flotas y Galeones. Además, esta flota mercante iría acompañada de una Armada de Guarda de la Carrera de Indias, compuesta por seis u ocho galeones de carácter militar, cuya función era la escolta y defensa de los galeones durante la carrera para disuadir o enfrentarse a corsarios y piratas.

En 1569, se constituyó la Universidad de Mareantes, por los dueños de naos, maestres y pilotos de la Carrera de Indias. Fue un organismo menos poderoso que el Consulado, a pesar de su extraordinaria contribución económica y técnica de sus miembros al tráfico ultramarino. Tuvo su sede central en la Casa de las Columnas, el arrabal de Triana, en la orilla derecha del Guadalquivir. Trataba la enseñanza práctica de la navegación y la náutica, el servicio hospitalario de los marineros y otro tipo de necesidades de sus integrantes.

La Casa de la Contratación, el Consulado de Cargadores y la Universidad de Mareantes formaron la tríada de instituciones sevillanas más relevantes de la Carrera de Indias, en la que jugaron un papel fundamental para el desarrollo de la navegación y el comercio.

En 1579, Felipe II autorizó la figura de un presidente para reorganizar la administración de este cada vez más amplio organismo.

En 1585, se aprobaron nuevas ordenanzas, que se convirtieron en la base del Libro Noveno de las Leyes de Indias.

En 1598, se constituyó la Lonja de Mercaderes, un magnífico edificio situado entre la Catedral y el Alcázar, un ejemplo más del poder que llegó a alcanzar el Consulado de Mercaderes. En la actualidad es sede del Archivo General de Indias.

SEVILLA, SIGLO XVI

La función más importante de la Casa de Contratación fue la científica, ya que se fue convirtiendo en un gran centro de ciencia aplicada a la Náutica, la Cosmografía, la Geografía y la Astronomía.
Se encargaba de la formación e instrucción de oficiales marinos, y para ello, en 1552, se crearon cátedras de Navegación, Cosmografía, Astronomía, Matemáticas, Geografía e Hidrografía; y una cátedra de artillería, fortificaciones y escuadrones. La normativa preveía que, tras acreditar la asistencia a las lecciones y siguiendo la mecánica gremial, los aspirantes a pilotos debían superar un examen ante un tribunal presidido por el piloto mayor y formado por dos cosmógrafos de la Casa de Contratación y un mínimo de seis pilotos de la ciudad previamente aprobados. Este tribunal también revisaba las cartas e instrumentos que debía presentar cada examinado.

Esta institución terminó convirtiéndose en un centro de estudio y reunión de los marinos y cosmógrafos más expertos del momento en toda Europa. Los oficiales estudiaban los problemas planteados por cada expedición descubridora o flota mercante para aportar soluciones y tenían un carácter de cuerpo consultivo ante la Corte.

También se abrió un taller para la fabricación de instrumentos de navegación, tales como agujas de marear, astrolabios, cuadrantes y ballestillas.

INSTRUMENTOS DE NAVEGACIÓN

Gracias a su desarrollo científico, España lideró los avances en los campos de la Cosmografía, la Cartografía y la Ingeniería naval, durante el siglo XVI. Se impulsaron expediciones científicas, se centralizó y sistematizó la información procedente a los territorios descubiertos y colonizados, se estudió el magnetismo terrestre, se perfeccionaron métodos para la determinación de longitudes y latitudes, corrientes atmosféricas y marítimas, cartografía del planeta, bibliografía sobre los nuevos territorios e información sobre botánica y zoología.

En 1508, se oficializó los cargos técnicos de piloto mayor y en 1523, el de cosmógrafo mayor. El piloto mayor recopilaba informes y planos traídos por los marinos y expedicionarios para la elaboración cartas náuticas de las principales rutas marítimas y planos de los territorios descubiertos y colonizados. Para ello, era ayudado por otros profesionales relacionados con las materias.

La principal obra cartográfica que debía mantener el piloto mayor era el Padrón Real. Esta Carta de los Mares describía todas las novedades referentes a avistamientos de tierras o de accidentes geográficos y el ensayo de derroteros diferentes, y debía ser actualizada a partir de las informaciones y rectificaciones realizadas por los pilotos en sus viajes sobre cartas de marear. El Padrón Real debía ser guardado de forma secreta para que dicha información no cayera en poder de alguna potencia extranjera o enemiga de España.

En 1508, fue piloto mayor el florentino Américo Vespucio, el hombre que dio su nombre a todo un continente: América. Su obra Mundus Novus fue muy divulgada en la Europa en su tiempo, con especial detalle en el uso del cuadrante y el astrolabio. Vespucio fue sucedido por Juan Díaz de Solís, y este por Sebastián Caboto.

Entre los pilotos mayores destacó Alonso de Santa Cruz, que participó en el litigio acerca de la posición geográfica del contra-meridiano en las Indias Orientales entre España y Portugal, y fue el gran precursor de los mapas de variaciones magnéticas, a mediados del siglo XVI. Pasó a la historia de la Cartografía y Geografía por hallar un modo de trazar los intervalos entre los paralelos de las proyecciones esféricas, evitando los errores que se producían en las cartas planas. Sus dos grande obras científicas fueron Islario General de todas las islas del Mundo, sobre Cartografía, y Libro de las Longitudines, sobre Náutica y Cosmografía.

ISLARIO GENERAL, POR ALONSO DE SANTA CRUZ

La Casa de Contratación organizó diversas expediciones marítimas con el objetivo de descubrir nuevas rutas oceánicas y describir las tierras del Nuevo Mundo, pero siempre con la visión de llegar a las islas de las Especias, es decir, el archipiélago de las Molucas.

En 1508, organizó dos expediciones colonizadoras de las costas de Venezuela, Colombia y América central al mando de Alonso de Ojeda y de Diego de Nicuesa con el objetivo de fundar Nueva Andalucía y Veragua.

En 1515, puso al mando de Juan Díaz de Solís una flota para buscar un acceso al océano Pacífico desde la costa suramericana y descubrió la desembocadura del Río de la Plata. Fue la primera de las expediciones a las Especierías que promovió la Casa de Contratación.

En 1519, el portugués Fernando de Magallanes emprendió el tan ambicioso proyecto de llegar a las islas de las Especias. En la Casa de Contratación tuvo que negociar los términos de la expedición con los oficiales Juan de Aranda y Sancho Matienzo y fue asesorado por los pilotos Rodríguez Mafra y Rodríguez Serrano. Su resultado fue la primera vuelta al mundo que completó Juan Sebastián de Elcano.

Los logros científicos de esta expedición promovida por la Casa de Contratación fueron: la demostración empírica de que la Tierra es redonda, aunque ya se sabía de forma teórica; la constatación de que la Tierra es navegable en toda su extensión; el descubrimiento de que las dimensiones de la Tierra eran considerablemente mayores de las que se estimabas como ciertas entonces; la certeza de que la humanidad que habita todo el planeta era homogénea; y la sorpresa al comprobar que completando una vuelta a la Tierra rumbo oeste se sustraen 24 horas, un día cronológico, desde el punto de inicio.

En 1520, Bartolomé de las Casas lideró una expedición marítima compuesta sólo de labradores y misioneros que llevaban gran cantidad herramientas, semillas, plantas y ganado para colonizar de forma pacífica el territorio venezolano de Cumaná.

En 1525, García Jofre de Loaysa fue nombrado capitán general y Juan Sebastián Elcano piloto mayor de la armada que debía llegar a la Especiería, resultando un fracaso.

En 1535, una flota al mando de Pedro de Mendoza llegó al Río de la Plata y su expedición controló todo el valle de aquel inmenso río, una enorme extensión territorial que incluye el norte de Argentina, Uruguay y Paraguay.

Desembarco Elcano Sevilla Victoria Salaverría Magallanes circunnavegación
EL DESEMBARCO DE EL CANO EN SEVILLA, POR ELÍAS SALAVERRÍA

En 1717, por real decreto de Felipe V, la Casa de Contratación se trasladó a Cádiz. Los motivos técnicos fueron la sedimentación del puerto fluvial y las dificultades que tenían los cada vez más robustos y cargados navíos para remontar el curso del Guadalquivir hasta el puerto hispalense.

Y en 1790, fue suprimida la institución, porque ya se había liberalizado el comercio con los puertos mercantes de los Virreinatos hispanoamericanos.

La inmensa e importantísima documentación recogida en la Casa de Contratación con todos esos informes constituye el Archivo de Indias, ubicado en la antigua Casa Lonja de Sevilla. Este edificio fue construido en la época de Felipe II, entre 1585 y 1598, sobre planos de Juan de Herrera.

Finalmente, en 1785, se formalizó el Archivo General de Indias, en el que se fueron incorporando los fondos documentales de la Casa de Contratación, del Consejo de Indias, de los Consulados y de las Secretarías de Estado y del Despacho.


En la actualidad el Archivo General de Indias conserva más de 43.000 legajos, instalados en ocho kilómetros lineales de estanterías, con unos 80 millones de páginas de documentos originales acerca de tres siglos de historia del Imperio español.

MONUMENTOS A CRISTÓBAL COLÓN Y A JUAN SEBASTIÁN ELCANO

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