BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE POR FRANCISCO JIMÉNEZ DE CISNEROS


La Biblia Políglota Complutense es la primera edición plurilingüe de una Biblia completa escrita en la Cristiandad. Promovida por Francisco Jiménez de Cisneros, incluye las primeras ediciones del Nuevo Testamento en griego, la Septuaginta y el Targum Onkelos. Esta obra es cumbre de la tipografía española, considerada como una de las obras más representativas del Renacimiento español, y la más destacada de las obras religiosas impresas en el siglo XVI.

El cardenal Cisneros fue el principal promotor del Humanismo en España, favoreció los estudios de las lenguas latina, griega y hebrea, y fundó la Universidad Complutense de Alcalá de Henares.

BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE POR FRANCISCO JIMÉNZ DE CISNEROS

La dedicación del Humanismo cristiano al servicio del movimiento reformista español se hizo especialmente patente en el desarrollo de los estudios bíblicos, que alcanzaron su punto culminante en España antes de que Lutero y los reformadores protestantes comenzaran a reclamar para sí la exclusividad de la Biblia.

En esa labor destacó Cisneros, cardenal arzobispo de Toledo, quien organizó una edición crítica de la Biblia mediante la consulta de varios textos, con el objetivo de otorgar a los estudios sagrados una base firme en las fuentes de la revelación.

Francisco Jiménez de Cisneros nació en Torrelaguna, en 1436. Pertenecía a una familia de hidalgos pero humilde, oriundos de la villa de Cisneros, en Palencia. Se graduó en Derecho en la Universidad de Salamanca.

EL CARDENAL FRANCISCO JIMÉNEZ DE CISNEROS

En 1459, viajó a Roma con el objetivo de adquirir experiencia en la administración eclesiástica. Tras más de una década, en 1471, fue nombrado arcipreste de Uceda, en Toledo, por el papa Paulo II. Este nombramiento generó un rivalidad con Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo, quien ordenó su encarcelamiento en Santorcaz. Durante varios años de vida reclusa, Cisneros estudió las Sagradas Escrituras y aprendió las lenguas bíblicas, latín y griego, pero sobre todo hebreo, gracias a la ayuda de un judío converso también encarcelado.

Tras su liberación por Carrillo, Cisneros tomaba posesión de su arciprestazgo en Uceda, en 1478. De todas formas, pronto buscó la protección del cardenal Pedro González de Mendoza, cuya amistad se serviría para ir ascendiendo en la jerarquía eclesiástica. Y desde esta posición, alcanzó el cargo de vicario general de la Diócesis de Sigüenza, en 1480.

En 1484, renunció a todos sus cargos y se hizo miembro de la Orden de San Francisco de Asís, a la edad de 48 años, cambiando su nombre originario de Gonzalo por el de Francisco, en honor al fundador de su orden. Se retiró al convento de San Juan de los Reyes de Toledo, primero, y al de El Castañar y La salceda, después. Durante una década, Cisneros se dedicó a la vida ascética, al estudio y la oración.

BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE POR FRANCISCO JIMÉNZ DE CISNEROS

1492 fue un año decisivo en la historia de España, pero también en la vida de Cisneros. Los Reyes Católicos reconquistaban Granada, la expedición marítima de Cristóbal Colón descubrió tierras al otro lado del océano Atlántico y un docto latinista sevillano llamado Antonio de Nebrija presentaba su Gramática de la Lengua Castellana en la Universidad de Salamanca a la reina Isabel durante su visita a esta ciudad. Paradojas del destino, este gramático colaboraría más tarde junto a Cisneros en un ambicioso proyecto convirtiéndose ambos en los principales promotores del Humanismo cristiano español de la época.

Entonces, Isabel de Castilla nombró a su confesor Hernando de Talavera como arzobispo de la recién tomada Granada y al cardenal Pedro González de Mendoza como arzobispo de Toledo, en detrimento de Carrillo. Por recomendación de Mendoza, su gran protector, Cisneros fue nombrado confesor real y consejero personal de Isabel. Prefiriendo mantener su vida monástica antes que la cortesana, accedió al cargo con residencia en el convento franciscano más cercano. Dos años después, en 1494, fue elegido provincial de su orden en Castilla.

En 1495, moría el cardenal Mendoza, eligiendo como sustituto al frente el cargo de arzobispo primado de Toledo de su discípulo. Aunque al principio reusó prestarse a tanta responsabilidad, finalmente Cisneros accedió a ser el máximo representante de la Iglesia española, gestionando grandes recursos y comenzando una serie de reformas en su Orden Franciscana. El papa Alejandro VI, perteneciente al linaje español de los Borgia, respaldaría aquella reconstrucción de la Iglesia y Cisneros la extendió a todas las Ordenes Mendicantes en España. Fue el inicio de la Reforma católica de la Iglesia, previa a la Reforma protestante que algunos europeos harían décadas después.

Después, se ocupó de reforma el clero secular de su diócesis, organizando concilios y haciendo visitas a sus centros. En Toledo, también redujo los múltiples privilegios y rentas que había adquirido el Cabildo de canónigos de la catedral. En todas estas reformas tuvo resistencias y enfrentamientos de eclesiásticos, perseverando en su empeño de erradicar la corrupción y el derroche de las instituciones religiosas. Combatía el privilegio en los conventos e iglesias que visitaba dando ejemplo con la humildad de un simple fraile franciscano. Y empleaba los cuantiosos recursos monetarios de su arzobispado para socorrer a los pobres y rescatar a cristianos de su cautiverio por piratas berberiscos.

CISNEROS VISITA LA CONSTRUCCIÓN DEL HOSPITAL DE ILLESCAS,
POR MATÍAS ALEJANDRO FERRANT

En 1499, viajó a Granada, acompañando a los Reyes Católicos. Comprobando la lenta conversión al Cristianismo de las gentes islámicas que allí vivían, se quedó para cooperar con el arzobispo Hernando de Talavera. Cisneros decidió emplear métodos más represores y severos para perseguir a los miembros más rebeldes. Estas medidas provocaron disturbios en la ciudad, y más tarde un conflicto armado en lo que se conoce como Revuelta de las Alpujarras.

Como miembro relevante en el Consejo Real su participación en la dirección política resultó decisiva para la historia de España tras la muerte de Isabel la Católica, en 1504. Entonces, el trono del reino pasaba a su hija Juan I de Castilla, que estaba casada con Felipe de Borgoña, duque de Flandes e hijo del emperador Maximiliano I de Austria. Este murió dos años después, en 1506. Dala la incapacidad para gobernar por Juan a causa de su deteriorada salud mental, su padre Fernando de Aragón fue elegido regente del Reino de Castilla, en 1507. Su ausencia en el Reino de Nápoles generó desestabilidad política en la Corte y la aparición de intrigas de nobles castellanos y flamencos. Cisneros, que era presidente del Consejo de Regencia, se prestó a actuar con rapidez y solicitar la comparecencia del rey Fernando cuanto antes, controlando posibles deslealtades o rebeldías.

En recompensa a su fidelidad, Fernando le nombró primado de España y el cargo de gran inquisidor de Castilla. Al mando de esta institución, aprobó nuevos reglamentos con mayores garantías jurídicas para los procesados y acabando con algunos excesos.

En 1509, organizó y financió la expedición militar para la conquista de las plazas norteafricanas de Orán y Mazalquivir. El objetivo era el de acabar con estas bases marítimas de piratas berberiscos que asaltaban las costas españolas del Mediterráneo. Pero, el afán misionero de Cisneros no se conformaba con un ataque, sino con el rescate de múltiples cristianos allí recluidos y la posterior evangelización de los islámicos.

Con respecto al modelo de colonización y evangelización que se estaba efectuando en las recién descubiertas Indias, Cisneros reorganizó las misiones allí desplegadas. Primero, envió una expedición formada por frailes de la Orden de San Jerónimo para comprobar la situación. Después, aprobó una serie de leyes protectoras de indios nativos: mantenía la prohibición del esclavismo, mejoraba las condiciones de trabajo de los indios en las encomiendas y enjuiciaría a los encomenderos que cometan abusos de poder. Estas medidas fueron reforzadas con el envío de nuevas misiones protectoras y evangelizadoras de indios.

EL CARDENAL CISNEROS LIBERANDO A LOS CAUTIVOS DE ORÁN

En 1516, se produjo el fallecimiento de Fernando el Católico, el cual había nombrado en su testamento a Cisneros como regente de España hasta la coronación de su nieto, el príncipe Carlos de Gante, hijo de Juana de Castilla y Felipe de Borgoña, y futuro Carlos I de España y V de Alemania.

Para afianzar los derechos sucesorios de el heredero al trono, los cortesanos flamencos asentados en la Corte trajeron a Adriano de Utrecht, gran promotor del Humanismo cristiano en aquellas tierras, y que más tarde sería elegido papa Adriano VI. El resultado fue un buen entendimiento entre el cardenal de Toledo y el deán de Lovaina, quienes compartieron la regencia. El acuerdo incluía la unión de reinos de Castilla, León, Aragón y Navarra para el joven Carlos I de Habsburgo.

Un dato histórico interesante fue el traslado de la Corte a Madrid por parte de Cisneros, por ubicarse en un lugar centrado en la geografía peninsular cuando esta era una simple villa. Quizás esta decisión fue el preludio de la posterior elección que haría Felipe II, hijo de Carlos I, unas décadas más tarde.

CISNEROS Y LOS GRANDES, POR VICTOR MANZANO Y MEJORADA

El cardenal Cisneros siempre tuvo un alto interés por el desarrollo cultural y el mecenazgo artístico de España.

En 1499, fundó la Universidad de Alcalá de Henares a partir del antiguo Studium Generale, también llamada Complutense, por estar ubicada en la antigua villa romana de Complutum. Llegó a convirtiéndose en una de las instituciones que más ha influido en la cultura española y la primera universidad renacentista, humanista y universal.

Su interés por el conocimiento filológico de los textos bíblicos y de los Padres de la Iglesia le hizo adquirir importantes manuscritos, en una época en la que tras el descubrimiento de la imprenta en la década de 1450 se publicó la Biblia con mayor eficiencia. Además, consiguió el oportuno permiso para que sus colaboradores consultaran los códices de la Biblioteca del Vaticano. Finalmente, fundó la Biblioteca universitaria, que contenía los mejores manuscritos conocidos en los albores de la Modernidad (hebreos, griegos y latinos); eran códices españoles, venecianos, vaticanos, florentinos e incluso de Rodas.

Más tarde, se rodeó de filólogos y teólogos de la mayor competencia científica que entonces enseñaban en España, así como de algunos maestros judíos expertos en el lenguaje hebraico. Entonces, los invitó para trabajar sobre la ambiciosa tarea de compilar una enorme y completa Biblia políglota con el objetivo de reavivar el decaído análisis de las Sagradas Escrituras.

PARANINFO DE LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ

Las
Biblias políglotas son ediciones que contienen el texto bíblico en columnas paralelas en varias lenguas, sobre todo el texto original hebreo y griego, acompañado de algunas versiones antiguas. A través de una metodología crítica, Cisneros intentó acercarse lo más posible al texto original bíblico y reunir en una misma publicación el mejor texto hebreo, griego y latín, incluidas algunas partes en arameo.

Los estudiosos se reunieron en la Universidad de Alcalá de Henares. Los trabajos comenzaron en 1502, bajo la dirección de Diego López de Estúñiga, y se continuaron durante 15 años, hasta 1517. El proyecto se financió con dinero procedente de impuestos, multas de la Inquisición y del patrimonio del arzobispado de Toledo.

En ella participaron, entre otros, los judíos conversos Alonso de Alcalá, Pablo Coronel y Alfonso Zamora, este último profesor en Alcalá, que se encargaron de cotejar los textos en hebreo y arameo, y de establecer una versión correcta.

La parte helenista fue trabajada por el Demetrio Ducas, el Cretense, llegado desde Italia en 1513, Hernán Núñez de Guzmán el Pinciano, catedrático en Alcalá y uno de los más grandes humanistas españoles de su tiempo junto a Nebrija, Diego López de Estúñiga, catedrático también en Alcalá y Juan de Vergara.

UNIVERSIDAD DE ALCALÁ, CISNEROS Y NEBRIJA

Entre los colaboradores latinos estuvieron Gonzalo Gil, Bartolomé Castro y, especialmente, Antonio de Nebrija, que había sido catedrático de Retórica latina en la Universidad de Salamanca y escritor de la primera Gramática de la Lengua Española, la primera gramática de una lengua vulgar convertida en culta. En 1513, Nebrija fue convencido por Cisneros para intervenir en la corrección de la Biblia Vulgata, texto latino de San Jerónimo, desde una perspectiva científica y crítica, acompañado de los textos en hebreo y griego.

San Jerónimo era considerado como el mejor traductor latino de la Biblia según la tradición eclesiástica, y su texto fue adoptado de forma general por la Iglesia para fines litúrgicos y teológicos. Con el paso de los siglos, el texto de San Jerónimo se fue corrompiendo debido a erratas y malinterpretaciones. Cisneros se propuso elaborar un nuevo texto de la Biblia Vulgata, limpio de errores y defectos, mediante un trabajo de crítica literaria.

Por otra parte, Nebrija siempre fue un filólogo muy meticuloso y prefirió utilizar como base científica el texto original en hebreo y griego, y realizar una nueva traducción latina en aquellas partes erróneas. Esta situación de desencuentro en la estrategia de afrontar la redacción del texto, hizo que Nebrija abandonase pronto el proyecto ante las diferencias de criterio. Su buena amistad con el cardenal le permitió continuar en la Universidad de Alcalá, escribiendo obras literarias e impartiendo la cátedra de Gramática castellana y Latín.

EL CARDENAL CISNEROS, POR ENRIQUE CAJÉS
BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE


De forma general, el Antiguo y el Nuevo Testamento, junto a sus textos complementarios, conforman una Biblia completa. En el caso de la Biblia Políglota Complutense consta de seis volúmenes con la siguiente distribución:

Los volúmenes I, II, III y IV contienen el Antiguo Testamento, formado por un texto hebreo masorético; un texto griego de los Setenta, y un texto latino de la Vulgata.

Cada página está dividida en tres columnas paralelas de texto: en hebreo la exterior, la Vulgata latina en el medio y la Septuaginta griega en el interior. En cada página del Pentateuco se añadió el texto en arameo (el Targum Onkelos) y su propia traducción al latín en la parte inferior de la página.

El volumen V es el Nuevo Testamento, también llamado Escrituras Griegas, expresado en un texto griego y otro texto latino de la Vulgata. Incluye como apéndices una lista de nombres hebreos, arameos y griegos del Nuevo Testamento, gramática griega y un diccionario greco-latino del Nuevo Testamento.

Las Escrituras Griegas están dispuestas en dos columnas: una con el texto griego y la otra con su equivalente en latín, tomado de la Vulgata. Ambos textos están vinculados entre sí mediante letras voladitas que remiten al lector a la palabra equivalente de cada columna. El texto griego de la Políglota fue el primer Nuevo Testamento en imprimirse de la historia, seguido poco después por la edición que preparó Erasmo de Rotterdam.

Se puso tanto esmero en la corrección del quinto volumen que solo se han hallado 50 erratas, lo que ha impulsado a los críticos modernos a considerarlo superior al célebre texto griego de Erasmo.

El volumen VI reúne los textos filológicos complementarios, formado por aclaraciones lingüísticas y teológicas: un Diccionario hebreo y arameo del Antiguo Testamento; un vocabulario latino-hebreo Vocabularium Hebraicum atque Chaldaicum, una lista de nombres hebreos, arameos y griegos del Antiguo Testamento con su interpretación; y una gramática hebrea Introductiones artis Grammatice Hebraice.

BIBLIA PLURILINGÜE EN LATÍN, GRIEGO, HEBREO Y ARAMEO

El resultado de este trabajo de largo fondo no pudo ser mejor: la primera Biblia políglota, o plurilingüe, que contenía todo el texto de la Sagrada Escritura en sus más fiables versiones en los idiomas originales y una traducción latina mejorada por cada traductor y estudioso de su equipo. Esta histórica herramienta de traducción llegó a conocerse como la Biblia Políglota Complutense. Es, por tanto, una obra independiente y anterior a la innovación luterana, que demostraba claramente que los biblistas católicos marcaban la pauta a seguir a los protestantes.

Dado que el arte de la impresión se hallaba en sus inicios, marcaría un hito en su historia la consecución de esta empresa. Por eso, también fue destacable la aportación de Arnaldo Guillén de Brocar el Brocense, quien se encargó de la impresión de esta Biblia con el texto latino de la Vulgata, la versión griega de los Setenta con traducción latina interlineal, el texto hebreo del Antiguo Testamento y la paráfrasis caldea de Onkelos, fijados por los especialistas de la Universidad de Alcalá y dirigidos por el cardenal en persona. Brocar resolvió la difícil composición de los textos, que resultaron excelentes por su tamaño y nitidez, además de claros y hermosos, tanto los griegos como los hebreos. Fue considerada como una joya del arte tipográfico, calificada de "monumento del arte tipográfico y de la ciencia escritural".

Los elegantes caracteres de las Escrituras Griegas están a la altura de la primorosa belleza de los más antiguos manuscritos unciales. En el libro The Printing of Greek in the Fifteenth Century (La impresión en griego en el siglo XV), Robert Proctor afirmó: "Pertenece a España el honor de haber producido en el primer intento lo que sin duda es el más delicado tipo griego jamás grabado". Este consideraba que la tipografía de Brocar es la cima del desarrollo tipográfico de la edición primitiva, antes de que el manuscrito de Aldus Manutius sobre tipografía dominara el mercado los siguientes dos siglos.

En 1514, se compiló el Nuevo Testamento Complutense, pero su publicación se retrasó mientras se trabajaba en la otra parte, para que se pudieran publicar ambas partes juntas como una sola obra.

En enero de 1517, salió de la imprenta el sexto y último volumen, y fue entregado a Cisneros, poco antes de su fallecimiento, reconociendo:
"Aunque hasta el presente he llevado a cabo muchas empresas duras y difíciles por la nación, nada es más de mi agrado, por lo que debáis felicitarme con más efusión, que por esta edición de la Biblia."
Se imprimieron 600 ejemplares con diferencias en las decoraciones xilográficas en papel y 6 en vitela, y se sabe de la supervivencia de 123 con variaciones en la portada, conservadas en bibliotecas de todo el mundo, la mayoría a falta del volumen sexto. Su coste final ascendió a los 50.000 ducados.

ÚLTIMA CONFESIÓN DEL CARDENAL CISNEROS,
POR JOSÉ MARÍA RODRÍGUEZ DE LOSADA

El cardenal Cisneros murió en julio de 1517, a los 81 años de edad, estando en Burgos, durante su viaje hacia Asturias para recibir al príncipe Carlos de Gante, que desembarcaba para tomar posesión del Reino de España. No pudo conocer al futuro rey, pero con la conciencia tranquila del deber cumplido en su regencia, y cinco meses después de la finalización de la Biblia que tampoco vio publicada. Otros planes de ediciones de textos clásicos y teológicos se quedaron en proyectos, pero su legado a la cultura y la docencia son universales.

Ante este hecho, Alcalá de Henares cayó en declive ya que la Orden de Santo Domingo se hizo con el control de la Inquisición y los profesores hebreos y moriscos que trabajaron en la elaboración de la Biblia suponían un problema a solventar. La Biblia Políglota Complutense llegaría a convertirse en algún momento en un libro prohibido.

Entonces, Guillén de Brocar viajó a Roma con varios ejemplares en busca de una autorización del papa para su publicación. Pero, un año antes, Desiderio Erasmo de Rotterdam había publicado su Novum Instrumentum, una edición bilingüe del Nuevo Testamento en griego y latín. Su texto latino era independiente de la Vulgata de San Jerónimo, fue conocido como el Textus Receptus y ediciones posteriores sirvieron de base del Nuevo Testamento de la Biblia del rey Jaime.

Pero, Erasmo trabajaba de forma solitaria, sin equipo, poseía un conocimiento imperfecto del griego, y trabaja con peores e insuficientes fuentes manuscritas, que tenían mucho menor valor en cuanto a investigación y erudición. Por eso, mientras abordaba el Antiguo Testamento, consiguió un privilegio exclusivo de 4 años de publicación por el emperador Maximiliano I de Habsburgo y del papa León X, en 1516. Trataba de retrasar la publicación de la Políglota Complutense influenciando en las autoridad del Vaticano.

Placa Centenario Cisneros Universidad Alcalá
PLACA DEL V CENTENARIO CISNEROS

Después tres años de espera, en marzo de 1520, el papa León X aprobó la Políglota Complutense. Pero como el sumo pontífice necesita supervisar todos los ejemplares, estos fueron trasladados desde Alcalá a Valencia, donde embarcaron destino Roma. Durante el viaje, el barco se hundió con casi todos los ejemplares a bordo, recuperándose una treintena. Por este motivo, la obra religiosa más importante del siglo XVI no se publicó hasta 1522 y desde este año fue ampliamente distribuida.


Con esta publicación se abrió una rica tradición que se extendería por otras naciones durante el Renacimiento. Esta Biblia Políglota Complutense influyó en la elaboración de la mejorada Biblia Políglota Regia, publicada en Amberes, entre 1568 y 1573, patrocinada por el rey Felipe II, bajo la dirección de Benito Arias Montano y la impresión de Plantino. Esta Políglota Regia tuvo mayor valor en los círculos eclesiásticos protestantes.

Entre 1984 y 1987, se publicó una contemporánea edición facsímil de la Políglota Complutense a tamaño folio en Valencia. Se ha reproducido tomando como base para los textos de la Biblia la copia que se encuentra en la Sociedad de Jesús en Roma; para la reproducción del raro volumen sexto con los diccionarios se tomó la copia de la biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid, sucesora de la de Alcalá.

CENOTAFIO DEL CARDENAL CISNEROS

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