FILOSOFÍA JURÍDICA NOVOHISPANA DE ALONSO DE LA VERA CRUZ


Filósofo y teólogo, Alonso de la Vera Cruz fue posiblemente la figura más relevante de la filosofía de la Hispanoamérica del siglo XVI. Se dedicó a fundar colegios mayores y bibliotecas por el Virreinato de la Nueva España y participó en la fundación de la Universidad de México, en 1551, donde impartió el primer curso universitario de Filosofía y Teología en América, en 1553, tanto a españoles y criollos, como a indios y mestizos.

Su pensamiento filosófico estuvo influenciado por Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca, y su enseñanza académica y sus obras escritas abarcaron la lógica, la física y la ética social. Dominio infidelium et de justo bello fue el primer libro sobre doctrina jurídica escolástica publicado en América, en 1533, sobre el correcto trato de los indios y colonización del territorio.

FILOSOFÍA JURÍDICA NOVOHISPANA DE ALONSO DE LA VERA CRUZ


Alonso Gutiérrez de la Veracruz, también llamado Alonso de la Vera Cruz, había nacido en Caspueñas, Guadalajara, en 1507. Pertenecía a una familia hidalga y acomodada. Estudió Gramática y Retórica en la Universidades Complutense de Alcalá de Henares y después Filosofía y Teología en la de Salamanca. Allí se convirtió en alumno y discípulo de los dominicos Francisco de Vitoria y Domingo de Soto, importantes miembros de la filosófica y jurídica Escuela de Salamanca, quienes le introdujeron en las doctrinas de la Escolástica y el Tomismo, la filosofía de Santo Tomás.

Durante su carrera, fue un alumno aventajado que aprendió el pensamiento político y los tratados de derecho y filosofía de su gran maestro Francisco de Vitoria basados en el Derecho Internacional y en las mutuas relaciones de justicia entre colonizadores españoles e indígenas americanos. 

Siendo muy joven, Alonso de la Vera Cruz alcanzó el grado de maestro de Teología, fue ordenado sacerdote dominico y tenía una futuro muy prometedor como profesor de una de las universidades más prestigiosas de Europa. Por su alta preparación fue solicitado por Francisco de la Cruz, superior de la Orden de los Agustinos en México, para impartir clases de teología y filosofía, desarrollar misiones humanitarias y evangelizadoras, a la vez que fundar instituciones culturales y civilizadoras por los territorios descubiertos del Virreinato de la Nueva España.

UNIVERSIDAD DE SALAMANCA, FRANCISCO DE VITORIA Y DOMINGO DE SOTO

Salamanca se había convertido en una cantera de alumnos y maestros universitarios con destino al Nuevo Mundo. El prestigio y alto grado de preparación de los salmantinos hacía necesaria su incorporación a las recién fundadas universidades y colegios mayores que se iban fundado en los virreinatos de América, según lo iban requiriendo las autoridades académicas de México, Perú y Santo Domingo.

En julio de 1536, a los 29 años de edad, llegó al puerto de Veracruz acompañado de un grupo de diez agustinos, ingresando en la Orden de San Agustín. Bajo el impacto recibido por esta ciudad, cambió su apellido Gutiérrez por el de Vera Cruz. Tras un año de noviciado, se dedicó a la docencia en el convento de Santa María de Gracias, en México.

En tierras de Michoacán aprendió la lengua tarasca para predicar el evangelio cristiano a los indios. Su intención fue convertir a los indios al Cristianismo e integrarse en la nueva sociedad occidental a través de su lengua nativa, y no mediante el español, idioma que aún no conocían, con lo que consiguió buenos resultados.

Allí conoció a Jacobo Dacino, un noble de origen danés de la Orden de San Francisco, que durante la luchas luteranas tuvo que refugiarse en España, solicitando un traslado a América. Este también consiguió aprender el idioma del lugar y ambos sacerdotes fueron los primeros en evangelizar a los tarascos.

VIRREINATO DE LA NUEVA ESPAÑA Y ALONSO DE LA VERA CRUZ

En 1540, Vera Cruz fundó el convento de San Juan Bautista y el colegio mayor de estudios agustinianos, en Tiripetío, y abrió la primera biblioteca de América. Allí impartió el primer curso académico de Filosofía en el Nuevo Mundo, más de un siglo antes de que en la Universidad de Harvard se comenzara a impartir esta disciplina, en 1653.

En este mismo estado de Michoacán, contribuyó a la fundación del Real Colegio de San Nicolás Obispo por Vasco de Quiroga, en la población de Pátzcuaro. En sus inicios tuvo tres cátedras: Teología, Derecho Canónigo y Derecho Civil. Esta institución se convertiría en el siglo XX una de las más importantes de continente, la Universidad de Michoacán de San Nicolás.

Durante este tiempo, fue fundando los colegios-convento de Tacámbaro, Cuitzeo, Yuririapúndaro, Charo y Guayangareo (Morelia). Fue nombrado gobernador de la Diócesis de Michoacán, vicario Provincial y se le otorgó el Priorato de Tacámbaro. Posteriormente, se trasladó durante dos años a Atotonilco, donde enseñó Filosofía y Teología.

Convento Juan Bautista Tiripetío Alonso Vera Cruz
CONVENTO DE SAN JUAN BAUTISTA EN TIRIPETÍO

Después de un década en Michoacán, en 1553, fue requerido por el obispo Zumárraga para impartir cátedra en la recién fundada Real Universidad de México por real cédula de 1551 del emperador Carlos V, siendo virrey Luis de Velasco. Sirvió como procurador de su orden en tres ocasiones y formó parte del primer claustro universitario, entre sus compañeros se encontraban bastantes exalumnos de Salamanca: el rector Antonio Rodríguez de Quesada y los catedráticos Bartolomé de Ledesma, Francisco Cervantes de Salazar, Bartolomé Frías y Albornoz, y Mateo Arévalo.

Su primer curso universitario comenzó el 3 de junio de 1553. Impartió clases en las cátedras de Teología y de Filosofía (Artes Liberales). Fue el primer curso universitario de Filosofía impartido en el Nuevo Mundo. Además, pudo abrir su propio estudio especializado en la doctrina escolástica de Santo Tomás, como enseñanza de una ciencia y como fomento de una reflexión.

Era un misionero ejemplar y un filósofo comprometido, su intención fue la de iniciar a la juventud novohispana en el conocimiento filosófico, por eso en muchos sentidos fue un fundador de la intelectualidad mexicana. No solo fue el primero en impartir docencia a estudiantes españoles y criollos, sino también a mestizos e indígenas, tanto en la Universidad de México como en los colegios mayores que fundó. Entre ellos estuvo Antonio Huirziméngari Mendoza, gobernador indio de Pátzcuaro; y Caltzontzin, hijo del último cacique de los tarascos. También fueron discípulos suyos Francisco Cervantes de Salazar, escritor humanista y maestro universitario, y los literatos Esteban de Salazar y Andrés de Tordehumos.

UNIVERSIDAD DE MÉXICO

Por tanto, Vera Cruz fue uno de los pioneros en la formación del pensamiento filosófico, teológico y jurídico de América, el cual tuvo ciertas características que le son propias: sentido concreto de la realidad, preocupación social, pragmatismo moderado. Y, sobre todo, porque enfrentó problemas candentes en su momento, como el de la conquista, el de los tributos, el de los diezmos, o el de los matrimonios indígenas.

Según Cervantes de Salazar, Alonso de la Vera Cruz fue:
"El más eminente maestro en artes y en teología que haya en esta tierra, y catedrático de prima, de esta divina y sagrada Facultad: sujeto de mucha y variada erudición, en quien compite la más alta virtud con la más exquisita y variada doctrina."

Según José M. Gallegos Rocafull, sus reflexiones fundamentales de su pensamiento filosófico eran:
"¿Cómo se piensa bien? ¿Qué relación hay entre el pensar y el ser? ¿Qué es la naturaleza? ¿Qué es el alma?"

Durante su enseñanza en la universidad, y sin descuidar su vida religiosa, publicó sus principales tratados filosóficos con intención pedagógica, que fueron utilizadas en otros colegios y universidades y editadas en Europa:
Recognitio summularum, sobre la lógica formal, en 1554
Dialectica resolutio, sobre la lógica dialéctica, en 1554
Physica speculatio, sobre la física aristotélica, en 1557

Estos tres libros integran los contenidos de su curso completo de Filosofía, de carácter claro, práctico y sencillo para su enseñanza y entendimiento. En estos volúmenes reunió todo su pensamiento estrictamente filosófico, dejando otros libros para las disciplinas de la teología y la filosofía jurídica.

La filosofía que Vera Cruz pretendió introducir en México tuvo como base la doctrina de Aristóteles y de Santo Tomás, cuya influencia se debe a Francisco de Vitoria y a Domingo de Soto, renovadores de la tradicional Escolástica medieval. Pero también quiso aportar las nuevas teorías humanistas y nominalista del Renacimiento moderno. Todo eso lo fue incorporando en su enseñanza de manera sistemática y crítica, pero a través de un método escolástico reformado y depurado con elementos propios.

Cátedra Alonso Veracruz
LA CÁTEDRA DE ALONSO DE LA VERA CRUZ

Recognitio summularum es un resumen claro y conciso de la lógica menor, en el que excluye aquellos elementos que le resultaron inútiles y descontextualizados de la lógica formal. Su estilo resultaba sobrio pero suficiente, y dejaba patente su influencia por las Summulae de Pedro Hispano. Sus contenidos eran los términos y sus propiedades, proposiciones, silogismos, grados de conocimiento (simple aprehensión, juicio y raciocinio), comentario de los libros de Aristóteles y los Tópicos de la Refutación de los sofistas.

En todo ello, Alonso se muestra como gran conocedor de las ideas lógicas de su tiempo y como un lógico muy completo.

Dialectica resolutio aborda la lógica mayor o dialéctica. Se divide en tres tratados: el primer tratado es el de la predicadibilidad, correspondiente a la Eisagoge de Porfirio; el segundo tratado es el de los principales tipos de predicado, tema contemplado en las Categorías de Aristóteles; el tercer y último tratado es una exposición de su teoría de la demostración científica, relativa a los Analíticos posteriores. El objeto de la dialéctica es el ente de razón y problemas de la lógica formal.

En su Dialectica resolutio, Vera Cruz analizó los principios de la lógica y de la ciencia en general, abordó la naturaleza de la lógica, del ente de razón que es su objeto, de los predicables y de los predicamentos. Además contiene un amplio estudio sobre los principios del saber, y terminó estudiando los fundamentos de la ciencia.

RECOGNITIO SUMMULARUM Y DIALECTICA RESOLUTIO

Physica speculatio es el libro más extenso de los escritos por Vera Cruz. Es un tratado científico que recoge la doctrina vigente de su tiempo sobre física, biología, botánica, meteorología, cosmografía, astronomía y psicología. Es por tanto una de las primeras obras científicas escritas en América.

La ciencia de la naturaleza tiene por objeto el ser corpóreo, su movimiento y su tipología, el espacio y el tiempo, ya estudiados por Aristóteles, mediante la especulación o contemplación física. Se compone de cuatro tratados: De caelo, De meteoris, De generatione et corruptione y De anima.

En De anima, abordó al ser humano analizando los sentidos, el intelecto, la razón y el espíritu.

En De caelo, analizó las estrellas y planetas, también la Tierra con sus diferentes regiones y climas. En este aspecto, realizó toda una descripción geográfica del Nuevo Mundo siguiendo el litoral Atlántico desde la península del Labrador hasta Tierra de Fuego, y continuando por el Pacífico hasta la península de California, explicando que el resto de tierras estaban aún inexploradas. Esto constituye una aportación científica en los orígenes de la ciencia americana, producto de su conversación con marinos y cartógrafos que habían participado en las exploraciones y descubrimientos.

PHYSICA SPECULATIO Y DE CAELO

Su pensamiento sobre la filosofía jurídica y la ética social quedó expuesto en Dominio infidelium et de justo bello (Sobre el dominio de los indios y la guerra justa). Fue el primer libro sobre doctrina jurídica escolástica realizado en América, publicado en 1553, en la imprenta de Juan Pablos.

Siguiendo el pensamiento de su maestro Francisco de Vitoria y los filósofos salmantinos, mantenía que la soberanía procede del pueblo y que el gobernante se vuelve un dictador por el modo en cómo accede al poder (tyrannus ab origine) y por la manera de gobernar o regir (tyrannus a regimine). Cualquiera de los dos títulos hace al gobernante injusto merecedor de ser depuesto.

No podían existir niega siervos por naturaleza, en consecuencia, el dominio sobre los indios, por el rey y los encomenderos, dependía de la voluntad popular. El paganismo y la infidelidad religiosa no eran motivos para perder el derecho a poseer sus tierras.

Otros filósofos y tratadistas políticos de la época eran contrarios a las ideas de Vera Cruz y la escuela tomista: John Wiclef sostuvo que el dominio de las tierras se perdía por el pecado mortal; y Miguel de Ulzúrrum defendía el dominio universal del emperador y el papa. Vera Cruz consideraba que los indios eran sus legítimos propietarios de sus tierras y tenían el derecho a gobernarlas porque no tenían pecado de infidelidad, ya que no habían conocido la fe cristiana.

A su vez, si consideraba que el papa podía conceder al emperador alguna parte del mundo para su cristianización. Pero, al igual que pensaba Francisco de Vitoria, los indios tenían también el derecho a conocer el Cristianismo y ser evangelizados.

Lo que estaba defendiendo Vera Cruz era algo totalmente novedoso para la época: que el rey era un monarca legítimo solo si la voluntad del pueblo así lo aceptaba, porque el poder proviene siempre de Dios y el creador se lo otorga siempre al pueblo y este lo delega al rey para que sea el realizador de un proyecto político justo y basado en los evangelios.

Para Alonso de la Vera Cruz, los indios dominados por el Imperialismo antropófago de los aztecas fueron los que aceptaron al rey de España. El nuevo orden político que les proponía el soberano español era más justo que el establecido antes, ya que el antiguo sistema estaba basado en la opresión, el terror y la antropofagia. Y de esta aceptación deriva la autoridad real.

SOBRE EL DOMINO DE LOS INDIOS Y ALONSO DE LA VERA CRUZ

En la misma línea de reflexión que Francisco de Vitoria, Alonso de la Vera Cruz enumeró las motivaciones legítimas que se aducían para la conquista de las Indias, así como las que podrían alegarse como ilegítimas.

Según estos injustos títulos que estableció Vera Cruz, los colonizadores no están legitimados para realizar la conquista de América:
1. la infidelidad de los indios
2. la pertenencia de iure del Nuevo Mundo al antiguo Imperio romano
3. los agravios de los indios a los españoles
4. la oposición de los indios a la predicación del evangelio
5. la renuncia de los indios a abrazar la fe
6. los pecados contra naturam de los indios
7. el atraso mental y la "amencia" de los indios
8. la conquista por orden de Dios

En cambio, estos justos títulos si que legitimaban la conquista:
1. el deber que tienen los nativos de recibir la fe, y al cumplimiento de cuyas exigencias puede obligarlos el emperador
2. el mismo deber, a cuyo cumplimiento puede obligarlos el máximo pontífice
3. el dar un príncipe cristiano a los conversos
4. la prohibición del régimen tiránico de los príncipes bárbaros
5. la prohibición de la antropofagia y los sacrificios humanos
6. la posibilidad de las alianzas entre los españoles y otros pueblos indígenas, como los tlaxcaltecas
7. la elección libre y voluntaria de los indios
8. el derecho a relacionarse y comerciar entre españoles e indígenas (ius communicationis et commercii) con otros derechos anexos o derivados

Alonso Veracruz pintura Alfredo Zalce  Museo Michoacán
ALONSO DE LA VERA CRUZ

Aunque las principales obras de Vera Cruz han sido filosófica y jurídicas, también dejó escrita algunas dedicadas al campo de la teología, entre ellas la más importante fue Speculum coniugiorum. Se trata de un tratado práctico que expone su ideal de pareja humana, la ética y la teología moral aplicadas al matrimonio y la unidad familiar.

En el entorno concreto en el que vivía se materializó en la defensa del matrimonio entre indios antes de ser cristianos. Destacaba aspectos como el consentimiento de los contrayentes y la separación de ambos, y analizaba las dificultades que sufrían los conyugues indígenas como la poligamia y otras situaciones problemáticas para los misioneros. Esta obra aportó descripciones al campo de la antropología sobre costumbres indígenas en lo relativo al matrimonio.

Sus otros tres manuscritos teológicos fueron: Commentaria in secundum magistri sententiarum librum; Commentaria in epistolas sancti Pauli in Universitate Mexicae e cathedra dictata; y Relectio de libris canonicis.

Alonso Vera Cruz universidad México retrato catedrático
ALONSO DE LA VERA CRUZ

Después de ocho años, en 1561, fue requerido en España para defender las funciones y privilegios de las órdenes religiosas. Otra de las causas fue la defensa de la exención fiscal de los indios, razón de otro de sus libros de filosofía jurídica De decimis (Sobre los diezmos).

En otras cuestiones académicas, Vera Cruz pretendía una reforma de la Escolástica y algunas motivaciones del Humanismo. Quería incluir la vuelta de los textos originales de Aristóteles, como hacían los renacentistas, y excluir todas aquellas especulaciones inútiles e ilógicas de la filosofía. 

Mientras estuvo en España debatiendo sus ideas, se le ofrecieron varios cargos, se convirtió en consejero de administradores, y fue nombrado prior del Monasterio de San Felipe el Real, ubicado en Madrid, y visitador de Castilla la Nueva. Tras diez años en Castilla, decidió abandonar sus cargos, pues su destino estaba en el Virreinato de la Nueva España.

En 1572, regresó a México como maestro y vicario general, trayendo con él a 17 religiosos. Fundó el colegio de San Pablo en México, formó su biblioteca personal y la de los conventos de Tiripitío y Tacámbaro en Michoacán. Además promovió expediciones religiosas con destino a las islas Filipinas para continuar llevando la Fe a los infieles. En estas expediciones destacó otro fraile agustino, Andrés de Urdaneta, que descubrió el Tornaviaje, viaje de retorno por el océano Pacífico desde Manila a Acapulco

Falleció en el Colegio de San Pablo en el año de 1584, en cuya capilla se encuentran sus restos.

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MEDALLA Y ESCULTURA DE ALONSO DE LA VERA CRUZ

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